Revista Literatura

Capítulo 50 - Suicidas

Publicado el 12 enero 2011 por Ddmx
Desvaríos:
Hace tiempo contemplé atónito una película que me dejó mal cuerpo."El club del suicidio”. La película empieza con una veintena de estudiantes arrojándose a las vías del metro, con cara de felicidad.Desde entonces, empiezan a suicidarse un montón de personas. La película es japonesa.Japón, el país donde muere más gente, por suicidio.
Estamos haciendo algo mal. O lo llevamos dentro…Con pocas palabras insertadas en un buscador, podemos encontrar blogs personales que tratan exclusivamente esta temática. Desde que leí la amistad entre “Ana” y “Mía”, pocas cosas me tocaron tanto la fibra.
Pocos individuos se paran a pensar, simplemente decimos que son cobardes ante la vida. Pero aunque así fuese… ¿Por qué piensan de tal modo?
Una noche lloré como pocas ocasiones, simplemente leyendo a una persona. Era una especie de foro, o blog, o debate online -ni me acuerdo-, donde una persona expresaba una pregunta y los demás le contestaban.
Una persona consulta:
- Por favor, tomad esto en serio. Quería saber porque quiero matarme. No tengo un motivo pero quiero hacerlo. No os riáis de mí por favor.Terminó poniendo su edad… 16 años.Veo la línea vertical de Word parpadeando… No puedo seguir. Mañana continúo.
Pocos le apoyaban, menos intentaban entenderle. La mayoría se burlaba. Pero hubo un comentario que brillaba, al menos a mis ojos.- Mira no les hagas caso, no comprenden. Yo tengo 32 años, tengo esposa, tengo 1 hija, tengo empleo. En mi vida no echo nada en falta. Llevo 10 años pensando de la misma manera que tu, y si aún no lo he hecho, es por ellas. Simplemente no quiero seguir viviendo, la vida es maravillosa, pero no la quiero.
Quitando el suicidio de en medio, debo escribir algo.Si nos paramos a pensar, no tenemos tantos derechos. Pero tenemos el derecho de no querer compararnos. Tenemos el derecho de no pensar que hay gente peor que nosotros y tirar adelante, y no por el mero hecho de que existan personas en mejor situación nos vamos a seguir quejando.No os comparéis con nadie, sois únicos.Somos únicos, porque nadie, jamás, nunca, ha aportado o aportará, lo que tu si puedes, aportar a/por/para los demás. Y los demás son importantes, porque tu eres “los demás”, para los demás.
Capítulo 50º
Llevo buscando el botón de “Off” de mi alma como unas 2 horas. Supongo que no está, porque no tengo alma.Joder ¿Acaso es mucho pedir que alguien me rompa los incisivos? Así, al menos, mi motivo será palpable.No sé si lo he escrito antes o si lo escribiré en un futuro, pero lo escribo ahora.Lo único que pedía mi bisabuela para morir, era acostarse y no volver a levantarse. Ella sabia que no hay nada más. Que a lo que más se parece es a una pantalla en negro sin más, pero sin pantalla en negro. Es indiferente, no soy una persona.
Domingo:
Últimamente, únicamente escribo.Exclusivamente escribo.
Las visitas y posteriores diálogos inexistentes vienen cuando no se necesitan.
La sensación de notar una presencia. Pero sigues escribiendo, ahora mismo lo estoy haciendo, y escucho un murmullo, me siento agobiado, pero prefiero aprovechar el momento.Nunca he escrito escuchando voces hasta hoy. En este momento escucho:
- ¿Sabes quien soy?- No, y no me pienso girar.Ni siquiera existe ambición en hacerlo, ni motivo, y mucho menos encuentro una finalidad. Por la voz sé que es Lucas Corso. Ahora me dice que si que es él. Que esta leyendo lo que escribo, y que deje de escribir lo que el dice, y lo que yo pienso o digo.Vuelve a repetirlo, pero no tengo ninguna edición de “Los tres mosqueteros” así que aquí no pinta absolutamente nada.Pero… no quiero hacer con él, lo que los demás me han hecho…
- Habla.- ¿Vas a transcribir nuestra conversación? – dice él-.- Si – digo yo-.- Me parece una total falta de respeto hacia mi persona – declaró con tono desafiante-.- No ha sido de modo desafiante lo que acabo de decirte – añadió-.- Deja de hacerlo, me pone de los nervios – manifestó con calma-.- No es una falta de respeto hacia tu persona, tú no has sido ni serás una persona jamás – respondí de forma aclaratoria-.- Ni siquiera sabes a que he venido y tu trato es a la defensiva, no lo entiendo – expresó-.- Es por los libros, crees que debería dejar de leerlos y menos escribir uno, piensas que me esta haciendo algún mal. Si bien antes era algo que me ayudaba de algún modo, ahora esta destruyéndome. Como te destruyó a ti la búsqueda ¿Verdad? – aclaré como buenamente pude-.- ¿Me estas psicoanalizando de alguna manera? – preguntó-.- Si tienes un titulo psicoanalizas, si no, juzgas – contesté-.
Ahora esta totalmente callado, serán sus sentimientos de personaje literario. Hablando de sentimientos de personajes literarios. En el “Corazón acusador”… nunca ví esa forma de expresar agobio, nunca.Me giro, y Corso no está. Me recuerda a mucha gente con la que… con mucha gente con la que. Poco importa, sólo soy un libro.
Sólo me pasa algo bueno para que baje la guardia. Cum fovet fortuna, cave, namque rota rotunda, y es que cuando la fortuna te favorezca, cuidado, porque la rueda gira.
Veo cada vez el tono más amable de la “L” de dios. Por eso me pregunto: Si para hacer algo bueno... tengo que hacer algo malo… ¿Subsana un acto al otro?
Cum finis est licitus, etiam media sunt licita

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