Capítulo 53 - Casi

Desvaríos:
Con sobrepeso no he tenido “aún” un ataque al corazón.Y deportistas caen al suelo por muerte súbita.
Bebía en sociedad, como unos 4 o 5 días a la semana. El hígado lo tengo bien.Amas de casa sin casi haber probado gotas de alcohol, tienen cáncer de hígado.
Fumo, pero faringe, esófago y pulmones parecen resistir.Ni una mísera calada para que Román tenga cáncer de pulmón.
No sé si en verdad toda mi vida he buscado matarme lentamente. Las migrañas duelen, y duelen mucho, sólo son comparables a la escoliosis.Además, la duodenitis ha empeorado, ahora es sangrante. Pero un mes pasando de la comida frita, bebidas efervescentes y alcohólicas… bueno en realidad hace meses que no pruebo ni una gota de alcohol, beber solo, me daña, me deprime. Bueno, volviendo a lo que escribía, y añadiendo una perdida de peso de casi 20 kilos, ya que el dolor del estomago quita enormemente las ganas de comer, puedo decir que ya debe estar cicatrizando la herida del duodeno.
Los hámsters, en ocasiones, se quedan totalmente inmóviles.El cabrón de Messi me lo hace bastante últimamente, cuando lloro, y este olfatea las palmas de mis manos, se queda observándome.Me mira como diciendo: Conservas los dos pies cabrón, no te ha estallado ninguna mina antipersona cuando paseabas por el campo.
La “L” de dios brilla, bella y amargamente brilla.Esto es una locura, pero bueno.
Capítulo 53º
10 de Enero. 1º Parte.
Hoy sé que día es. Ha pasado una semana y tengo que llamar para saber los resultados.Sólo queda uno, el de genética.
Salto temporal hasta la conversación con laboratorio.
- Vale, entonces eres Claudio ¿no? - Si -contesto con ilusión-. Llamaba porque ya pasó una semana, y era para saber el último dato, el de genética.- Vale, bueno…. ehm,… Aún no ha llegado ¿Te importaría llamar dentro de 1 semana?- No, en absoluto, mire ¿me permitiría una pregunta? –inquirí-.- Claro, dime.- Entonces… Si solamente falta el resultado de genética, estuve pensando… Todo lo demás esta bien… hasta el examen psicológico ¿no?- Si, si, todo esta okay.- Bueno pues llamo dentro de una semana sin problema.- Vale muy bien Claudio, cuídate hasta pronto.- Hasta luego.
En este momento es cuando comienzan los desvaríos.Recuerdo una conversación a través de micrófonos un día de diciembre a las 4 de la mañana.
- Es una buena de comprobarlo.- ¿De comprobar el qué?- Bueno, si pasas el examen psicológico una de las dos partes esta fallando. Es como un seguridad social contra clínica privada.- No me acuerdo bien de la conversación, habló Útyos por mí. Pero es como en los sueños, hay cosas que sabes, y sin conocer el porqué, sabes que sabes lo que sabes. Y créeme, yo sé que no mentí.- Y… ¿La primera vez?- Seguro que tampoco… pero me estoy haciendo un lío.
Sudor en las manos, y gotas frías por la frente. Hasta una minúscula lágrima de sudor ha caído entre las teclas de B y N, mientras escribo esto.
Teniendo suerte los resultados de genética saldrían mal, alguna exageración celular y adiós mundo maravilloso de Louis Amstrong.
En la pequeña caja donde antes guardada un pequeño juguete, ahora se encontraba la “L” de dios. El juguete era real.Majestuosa la P99, y el desconocimiento; el miedo; la impotencia; el rencor hacia mi mismo… pilares que sostienen la cordura de un acto, o la locura de mi ausencia.
Unos ejemplos válidos, son estos cometidos con la suficiente preparación, alejados deben estar, de miradas con interés. Alejado del mundo, para evitar rescates innecesarios y pútridos de la hipocresía de quienes te quieren sólo cuando alguien mira.
Con una pequeña bandolera preparada, es cuando la última mirada al interior de esta mierda de habitación, se mueve de mi cama, hasta la puerta. Suena el teléfono.La última vez.
- Buenas, dígame -dije con un aire desconfiado-.- Hola, te acabo de llamar hace una hora, de la clínica, ya están aquí los resultados de genética.Creo que la única forma de evitar mi locura, sería un tumor ¿Para que mancharse la sien o el paladar, si ya lo hace la genética por mí?- Bueno, pues usted dirá…
Continuará.