Revista Literatura

Capítulo 54 - Catarsis

Publicado el 25 enero 2011 por Ddmx
Desvaríos:
Me he planteado muy seriamente las razones de algunos de mis actos.
Creo que algunas de estas, son por el simple hecho de tener algo que contar. Puede ser que escribir me ayude, ya que así, procuro llenar mi vida, de acciones solitarias, pero acciones al fin y al cabo, son acciones para….
¿Dónde coño tiene el reset el puto corazón?
Me gusta el salto espacio-temporal.Escribo, luego alguien lee, y luego en un tiempo otra persona leerá.Me gusta… ¿Hola?Es gracioso.
No me gusta “la metamorfosis”, me gusta más “el proceso”.
La balanza cambia constante e irremediablemente. Hago porque hago, o hago porque debo hacer.Escribir ayuda o no ayuda, pero al tener que hacerlo, de algún modo he desarrollado la necesidad de contar, al desarrollarla, un deseo impetuoso de llenar líneas me embarga.
Al carecer de vida, busco horizontes prestados. Creo que el “Deus ex machina” es en realidad, esto que se esta escribiendo, y poco importa que sea leído.
Si dono esperma es porque quiero hacerlo para las 3 deudas del hombre para consigo mismo, o por el “Deus ex machina”.Si salgo de casa con alguna persona para tener algo que contar, es porque lo necesito desesperadamente para apagar la depresión y soledad o por el “Deus ex machina”.Si voy sacando fotos de mi visión del mundo, es porque me ayuda o por el “Deus ex machina”.Si redacto es porque escribo, o escribo para redactar una vida inexistente, pero que gracias al “Deus ex machina”, se ve llena.Quizás Dios se vuelva mecánico para aportar algo al guión de mi vida, y esto lo logre convirtiéndose en un archivo de Word.
¿De que estoy seguro? De que no miento, de que brillan realidades. De que procuro poner mis manos sobre el cemento fresco de los demás. De mi locura.¿De que no estoy seguro? De lo real, de lo irreal. De quien tiene razón. De mi locura.
Capítulo 54º
10 de Enero. 2º Parte.
- Está todo perfecto. –escuché atónito-.- ¿Qué? –pregunté-.- Serología, cultivos, exámenes, y ahora la genética, todo esta en orden.- Pero… el examen psicológico.- Todo.- ¿Podría hablar con la psicóloga?- Vale… te paso con la recepcionista para que te de cita para la primera donación, acuérdate de los 3 días de abstinencia. Y ya le dices a ella que te ponga con la psicóloga.- Gracias muy amable.
Tengo miedo. 3 años, creo que más, con una solución que, aun no siendo fructífera, era una solución. Tuve que haber mentido, aún sin estar consciente, pero lo que me agobia es no saber si fue antes o ahora.
- Bueno, pues el jueves si te viene bien ¿A que hora te pongo?- Preferiría antes hablar con la psicóloga –aclaré desesperado-.- Si, espere un momento, le paso ahora.
Cambio de tú a usted. Distanciamiento emocional. Raro no intuir anexos.
- Hola, Claudio, dime. –me preguntó una voz familiar-.- Verá. He recibido los resultados y el examen psicológico está bien.- Si… ¿y?- No me acuerdo de la conversación y si le mencioné algunos aspectos que son… relevantes.- Si, hablamos largo y tendido de ello –comenzó así su exposición-. Se cambio la rutina habitual de los análisis de sangre. Me habías comentado que el TAC había salido bien, y los anteriores análisis sanguíneos que te hicieron en el centro de salud mental también. Los que nosotros tenemos, están perfectos. Se debería intuir un pequeño cambio dado por tu medicación, algo que no se ha dado. Creo que algunos atisbos de irrealidad son hipnagógicas, aunque me habías dicho que no, tampoco me resulta extraño que si algo fuere, seria psicosomático. Si tienes dudas no empieces con la donación. Pero no hay errores en los análisis, ni siquiera indicios de una medicación como tú has referido.- … Gracias.
He pedido cita para el jueves a las 12:30 del mediodía.La noche… Algo hice en el ordenador, no sé si tuve contacto con alguien.
11 de Enero. Por la mañana.
La almohada estaba mojada en los dos extremos. Al pasar la lengua saboreé un líquido salado.Según los vecinos grité de madrugada la frase: ¡Basta ya de tanta mierda!
Como única solución, llamar a mi psiquiatra. Tenía cita para el 08/02/2011. Pero esperaba que al menos me pudiera atender telefónicamente.
- Buenos días, mire por favor ¿Podría hablar con la doctora ***?- ¿Tenía usted cita?- No, ella me había dicho que si pasase algo la llamara. –repliqué-.- A ver espera un momento. –contestó mi interlocutora, mientras emitía un suspiro de tedio-.Ahora estoy esperando, y casi sin darme cuenta, levanto la vista hacia el espejo que se encuentra encima del mueble donde se apoya el teléfono. Veo que no existo, o no tengo la pinta de alguien, que aplique algo de cordura para acallar este sentimiento.
- Si si si, dime dime Claudio ¿Qué pasó? –preguntan desde el otro lado de la línea-.Era mi psiquiatra, tarde más de 5 minutos en ponerla al corriente de todo lo que ha leído usted en los últimos capítulos.- Vamos a ver una cosa ¿Te acuerdas de la última vez que estuviste aquí?- Si… -expiré con extrañeza-. Creo… –rematé así mi respuesta-.- La última vez, me expresaste tus ganas de dejar la medicación. Reconociste que hacía algunas semanas ya habías empezado por ti mismo a rebajar las dosis, y que en ese momento ya no tomabas nada, de esto hace más de 1 mes.
No sé si alguna vez les ha pasado. Estás realmente borracho, y la única solución que encuentran los “cabrones” o “preocupados” de tus amigos, es meterte medio cuerpo en una fuente de agua gélida a los brazos del invierno. Esto ha sido igual. Mayormente porque el frío es el mismo.
Me despedí tan velozmente que una frase suelta se escuchó mientras el auricular se posaba en su consabido receptáculo. Engranaje perfecto.
Aprisa subí las escaleras, me acordaba perfectamente de ir a comprar pastillas a la farmacia. Perfectamente, sin duda. Imposible que fuera de otro modo.
Abrí, el cajón más alejado de la puerta de mi cuarto. Debajo de mi pequeño televisor de 14 pulgadas, y entonces fue cuando ví la estampa más sobrecogedora que observe en años… 9 cajitas aún sin abrir.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas