Revista Talentos

Capítulo 58. Heridas.

Publicado el 27 mayo 2014 por Xabifernan @UnBloggeroMas1
Capítulo 58. Heridas.

Alex había pasado los dos días más largos de su vida, deseaba con tanta fuerza que fuera domingo que el tiempo se había pasado lentísimo. Sobre todo el viernes, donde no hacían más que estresarle por los rumores que se habían corrido por el pueblo y decirle que tenía que hacer muchos exámenes. Pero por fin era domingo, el domingo en el cual diría todo lo ocurrido en estas semanas a su mejor amigo. Lo que Alex esperaba no era que lo entendiera al momento y le diera consejo, sino que reflexionara sus palabras. El ayudar podría ser otro día.Pero claro, sería dentro de dos semanas. Porque el viernes de la semana que viene… ¡Pondría rumbo a Madrid! Por fin, la cuenta atrás para conocer a sus ídolos estaba empezando.Como todos los domingos sus padres estaban trabajando, mientras que él tranquilamente salía de casa sin tener que dar ninguna explicación. Porque si sus padres supieran que casi todos los domingos iba allí, estaba seguro de que no le dejarían volver, y más cuando el fin de curso se acercaba y tenía tantos exámenes.Pero Alex rápidamente apartó de su cabeza aquel pensamiento, hoy iría al orfanato y no podía pensar en otra cosa. Eso sí, mientras viajaba en bus hacia allí iba repasando mentalmente la lista de cosas que tendría que decirle a su amigo Bruno:“Primero, tendré que hablarle más profundamente de ellos y contarle todo lo que he descubierto estos últimos días –la lista mental de Alex empezaba-. Segundo, le hablaré sobre mis padres, que creo que me ocultan algo y de que tengo que descubrir qué es. Tercero, de mi reciente experiencia en el hospital –pero aunque Alex había incluido aquello posiblemente no se lo dijera, tenían mucho de qué hablar y no quería que Bruno se distrajera en ese tema-.Cuarto, que no tengo ni idea de qué hacer con Sara ni de cómo encontrarla –todos aquellos días aunque en su cabeza hubieran estado otras cosas, Sara siempre estaría presente-. Quinto y por último, le hablaré ,para calmar un poco la cosa, de que apenas quedaban cinco días para ver a mis queridos ídolos, Auryn. Ojalá también vaya algún famoso más, porque así podría conocerle –Alex a veces tenía muchísima ilusión, pero solo a veces.”En el momento en que Alex acabó de hacer aquella lista, el bus paró en la parada anterior a la que se tenía que bajar. Por aquella razón decidió ponerse los cascos y escuchar música. Pero la verdad era que aquel día no le apetecía escuchar a sus ídolos, simplemente relajarse. Así que se puso un disco que tenía grabado de Wolfgang Amadeus Mozart, un músico al que admiraba con todo su corazón.Alex no paraba de organizar aquel día: El hablaría mientras Bruno escuchaba, pero antes tendría que decir a David que se fuera y le daba pena. Después dejaría a Bruno reflexionando sobre toda la información que le había dado, y depende de que hora fuese, volvería a casa y si no se quedaría para escuchar algún consejo de su amigo. “Sí, definitivamente creo que después de decírselo me iré a casa –se dijo cuando vio que su reloj marcaba ya las doce, aquel día había ido un poco tarde.”Cuando Alex llegó un rato después vio a Bruno sentado debajo de un árbol con una expresión de nerviosismo en la cara, la cual intuyó al verle temblar casi desde diez metros.-¡Bruno! –dijo Alex cuando se acercó.Pero Bruno apenas le dijo nada y Alex se cortó un tanto, pero no dijo nada. Por eso decidió empezar a contarle las cosas “mejores” que le habían pasado o iban a pasar.-La semana que viene les veo Bruno, uf, que nervios –dijo sonriente Alex.-¿A Auryn? –la expresión de Bruno empezaba a cambiar, por fuera. Alex notó aquello cuando Bruno, que nunca tenía prisa para nada, se empezó a morder las uñas-. Alex, no tenemos mucho tiempo, solo media hora. Los curas también se han vuelto más estrictos.Alex miró fijamente a Bruno y pudo ver una especie de marca roja que le sobresalía por el cuello de la camiseta. Cuando decidió ir a ver que era aquello Bruno no le dejó y se apartó, con una pequeña mueca de dolor. Pero Alex insistió hasta conseguir agarrarle el cuello y abrir un hueco suficientemente grande como para ver que tenía dolorida toda su parte delantera y trasera. A base de latigazos, intuyó Alex pero no estaba seguro. Otra cosa que también apreció era que había adelgazado muchísimo, por aquella razón se asustó.-¿Qu… Qué te han hecho? –Preguntó Alex con cierta vacilación en sus palabras.-Alex, no tenemos apenas tiempo para hablar –dijo Bruno rápidamente-. Cuéntame lo que consideres más importante y vuelve cuando puedas. Pero por favor, vuelve cuanto antes. Tenemos que hablar, pero solo cuando me cuentes todo lo tuyo –le dijo Bruno, con algo de dolor en sus palabras. Estaba claro que quería desahogarse y llorar con él. Pero como ya había dicho no tenían tiempo.-Pues… La verdad es que no sé por dónde empezar –dijo Alex mientras elaboraba una pequeña lista de cosas que podía contarle en primer lugar. En cuanto lo decidió sus palabras empezaron a brotar de su boca-. Vale, ya sé. Primero…Pero no consiguió que nada más saliera por su boca, ya que un grito heló la sangre de los dos chicos.-¡Bruno! ¡Ven aquí ahora mismo! –dijo aquella voz-. ¡Tu tiempo se ha acabado!-Pero Bruno, ¿Qué es esto? ¿Qué está pasando?-No tengo tiempo –dijo Bruno, que estaba a punto de llorar-. Pero por favor, ven pronto y con pronto me refiero de nueve a doce de la mañana. Hablaremos con más calma en dos semanas –ahora sí, Bruno empezó a llorar mientras corría hacia el orfanato.Alex miró el reloj, era casi la una y media. “Oh no –pensó Alex, que ya se hacía una pequeña idea de lo que ocurría ahí-, si es la una y media… ¡Bruno se ha pasado una hora y media!”Alex decidió asomarse al árbol donde estaban sentados ambos hace un minuto para poder observar, que en efecto, el “cura” estaba pegando a Bruno en la puerta del orfanato. Aquello no era un cura, aquel hombre era nuevo y a Alex no le gustaba. Aquí pasaba algo raro.A Alex se le había abierto una pequeña herida, no como las de Bruno, pero sí en el corazón. No podía seguir viendo aquello. Fuera lo que fuese que estaba ocurriendo en aquel orfanato y también en el de las chicas, tenía que acabar. Pero no tenía ni idea de cómo.


Nota de autor:Espero que como siempre, os haya gustado el capítulo. Hasta yo me sorprendo de la capacidad de hechos que se me van ocurriendo, pero es así me sale solo. Pero estoy muy satisfecho con el resultado, y espero que os haya gustado. Esta vez es más largo que la anterior. Porque no voy a decir la recta final, pero esta pequeña aventura poco a poco se está acabando. Pero habrá sorpresas dentro de poco.Votadme en hispabloggers que es muy importante, pero ¡atentos! Solo cuenta si se vota desde el ordenador. Aquí el enlace: ¡Votame por favor! Y aquí sí que me podéis votar desde el móvil: ¡Votarme también plis!Seguirme en las redes sociales y por favor Twittear con #MásQueHéroes Es muy importante para mí y os responderé a todo lo que me pongáis.Twitter: @UnBloggeroMas1[También dejarme la opinión por Twitter IMPORTANTÍSIMO, aunque solo para los que aviso mediante esa red social]Facebook: facebook.com/MasQueHeroesQue sepáis que me encanta que comentéis y por favor comentar. Pronto responderé vuestros comentarios. Pero no tengo mucho tiempo, demasiadas cosas…
Un saludo y hasta la próxima.

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