Capítulo 76. Capítulo final (Parte 2/2)

Capítulo 76. Capítulo final (Parte 2/2)

Al llegar a la cima del pequeño monte Alex no tenía ni idea de lo que haría a continuación, prácticamente seguiría su camino y para procurar no ser visto decidió bajar el monte por el pequeño bosque que había por el lado izquierdo.

Mientras bajaba intentó centrarse un poco más, tenía que descubrir alguna forma para poder comunicarse, costara lo que costase. No se le ocurría nada, pero seguramente había algo, algo que se le escapaba.

A medida que seguía descendiendo se dio cuenta de que no había ni un alma fuera de aquel orfanato, pero claro, era la hora de comer y seguramente en diez minutos saldrían.

"No pueden verme, tengo que dejar algo, algo que las diga que esta noche estaremos todos en la cima del monte.", pensó Alex desesperado ante su falta de ideas. Cualquier cosa que se le ocurriera con algo de coherencia sería lo que haría, porque el tiempo volaba.

- ¡Pues claro! - saltó un rato después, cuando apenas le quedaban doscientos metros para la puerta del orfanato, aún en el bosque - . ¿Cómo he podido olvidarlo?

Casi cinco meses antes en la cima de aquel monte...

Cuando Sara y Alex se separaron ambos sonreían, estaba claro que el cariño que sentían el uno por el otro era muy grande. Acababan de darse su primer beso, allí tirados en el suelo debido a que Alex se cayó.

En el orfanato de las chicas mientras Alex corría hacia la cima del monte...

Otra vez en el orfanato de los chicos...

- Bueno, realmente no estoy seguro. Pero confío en que vayan.

- Alex, te voy a bajar algo de colonia y ropa decente para que te pongas.

- Me la dio Don Basilio, te la dejaron tus padres antes de irse.

Además cuando miró la parte de atrás del corazón tenía grabada la palabra, "Siempre" Aquello fue el destino. Pronto uno de aquellos dos colgantes lo llevaría Sara en su delicado cuello.

Se cambió rápidamente y empezaron a subir el monte.

Mientras todo aquello ocurría, en el orfanato de las chicas...

Maider estaba de los nervios, Sara acababa de ponerse aquel vestido blanco que le quedaba perfecto. Maider, que era muy sentimental, al verla con él puesto no pudo contener alguna que otra lagrimita de alegría.

Feliz al ver a su amiga sonreír de nuevo.

En cuanto Maider se aseguró de que su amiga estaba perfecta se escaparon rápidamente del orfanato. Pero no sin la ayuda de las demás chicas, muchas de ellas sabían sobre la relación de Sara y Alex y todas la apoyaban.

Así que prácticamente todas las chicas empezaron a llamar la atención de las monjas con mal comportamiento o simplemente preguntándolas sobre cosas de clase para que Sara y Maider pudieran escaparse sin ser vistas.

En la cima del monte en aquellos instantes...

- Ahí están, ¡Ahí están! - dijo Alex emocionado y con una sonrisa de oreja a oreja.

Cuando ambas llegaron también a la cima Alex y Sara volvieron a repetir su historia. Empezaron a correr el uno hacia el otro, y al acercarse se miraron con muchísimo cariño.

Alex estaba nervioso, muy nervioso. Quería hacer aquel momento perfecto. Pero pronto se dejó de preocupar por todo, hasta se olvidó de que sus amigos estaban allí. Exactamente en el momento en el que Sara saltó sobre él.

Pero en aquella ocasión Alex la atrapó al vuelo, y ella rodeó su cadera con las piernas. Ambos sonrieron.

- Parece ser que no - dijo entre risas mirándola a los ojos, sus preciosos ojos marrones de color miel - , te he echado de menos.

Y en aquel momento sus labios se volvieron a encontrar por primera vez en tantísimo tiempo. Aquel beso empezó tierno, suave. Pero pronto se volvió el beso más apasionado y mágico que Alex había tenido en su vida, se notaba que se habían echado muchísimo de menos.

Y allí siguieron un rato más, Sara subida en la cadera de Alex y él aguantando su peso. Cuando el momento acabó se siguieron mirando a los ojos durante varios minutos más. Hasta que Sara dijo:

Alex se quedó boquiabierto, ¿Acaso todos aquellos encuentros "imaginarios" con Sara habían sido reales? ¿Cómo era que ella sabía aquello entonces? Decidió no arruinar el momento, tendrían tiempo de hablarlo con más calma, aquel momento perfecto no podía parar.

- Sí, he soñado contigo. Siempre - le dijo acompañado de un beso al acabar de decirlo y tendiéndole el colgante al separarse.

Colgante que con sus delicados dedos rápidamente colocó sobre su cuello dedicándole la sonrisa más bonita del mundo.

Este ha sido el último capítulo, espero que os haya gustado, y siento mucho la espera espero al menos compensaros.

Como habréis podido observar el final ha quedado un poco abierto a una segunda parte, de la cual ya tengo varias ideas pero poco a poco voy mejorando y le daré un poco más de margen para seguir haciéndolo y dar paso a otras historias.

Pronto subiré una entrada con los agradecimientos de la novela.