Cardumen

Publicado el 08 noviembre 2010 por Chirri
Se puso a nadar junto a ella, exhibiendo su perfecto estilo de natación, comenzó a dar vueltas a su alrededor, por debajo y por encima de ella, como un pavo real, la envidia de cualquier delfín, desplegó pues todos sus encantos que sabía que eran muchos, su cuerpo se encontraba en sazón.
Ella no fue inmune a sus encantos, también ella se encontraba en lo mejor de su vida, en esa madurez física y mental en la que sabía perfectamente lo que quería, dentro de su cuerpo, sus hormonas la llamaban a no rechazar a aquel varón que luchaba por destacar, por ser su amante, por ser su compañero de cópula.
Juntos iniciaron la danza sublime del amor, perfectamente compenetrados unieron estrechamente sus cuerpos, sin dejar resquicio alguno entre ellos, su unión fue perfecta y les pareció que duraba un siglo, aunque sólo pasaron unos minutos.
Junto a ellos, se desató una vorágine de cuerpos resplandecientes que buscaban lo mismo que ellos, todas las feromonas del orbe se habían expandido a su alrededor, por lo que miles de parejas se formaron en un instante abrazadas tan intensamente como lo estaban ellos, nadando y copulando desaforadamente, todo ello creó un formidable maelstrom, y ellos se encontraban en pleno vórtice, por lo que fueron testigos de excepción del desarrollo de este hecho, nuevo para ellos.
Sus sentidos se hallaban embotados, ajenos a todo lo que no fuera disfrutar del sexo y del amor, por lo que nunca se llegaron a dar cuenta de la tragedia que se cernía en torno a ellos, en un instante, todos quedaron boqueando, faltos de oxigeno en la cubierta del barco.