El caso es que me gusta mucho la idea de la joyería personalizada y los charms me parecen uno de los mejores descubrimientos de los últimos años. Así que me encantó recibir la invitación de Carittas y tener una de sus pulseras personalizadas, encima con el cordón en rojo, que es mi color favorito.
Las caritas son de plata de ley, personalizadas con el nombre y varían en función de si es niño o niña. Me parece una pulsera juvenil, apropiada para el día a día y fácilmente combinable. Las encuentro una buena idea de regalo no sólo para una mamá sino también para abuelas, amigas, hermanas...Y para cualquier ocasión, incluso para celebrar un nacimiento. Ahora tienen un packaging especial para San Valentín, ¡puede ser una buena idea!.