Querido/s regaladores navideños.
Podría decir que este año he sido muy bueno, pero posiblemente sería una mentira y eso me metería en vuestra lista negra. Dejemoslo en que he sido moderadamente bueno y espero que eso sirva, al fin y al cabo no os voy a pedir nada material.
En estas fechas las webs y blogs de fotografía se suelen llenar con post de ideas sobre que regalar a un aficionado a la fotografía. Digo “aficionado a la fotografía” porque supongo que regalarle un trípode a un fotógrafo profesional sería como darle un bisturí a un médico.
El caso es que viendo todos esos post me doy cuenta que es muy difícil que acertéis si no tenéis ni idea de fotografía… y si sabéis de fotografía ya no necesitaríais esas entradas. ¿Por qué digo esto? Bueno, porque en ese tipo de textos suelen aparecer dos grandes grupos de regalos: los caros y los baratos.
Entre los baratos posiblemente los más interesantes son productos curiosos que están relacionados tangencialmente con la fotografía: carcasas para móviles con forma de cámara, un jarra con forma de objetivo,… por existir hay hasta un porta rollos de papel higiénico con forma de Polaroid. Estos regalos son curiosos, pero realmente de fotográfico tienen poco y los puedes encontrar dando una vuelta por una tienda de curiosidades.
En el lado opuesto están los caros, que pueden ir desde objetivos hasta cámaras. No sería la primera vez que veo que un Rey Mago quiere regalar un objetivo y cuando se entera que uno de gama baja cuesta fácilmente 200€ se le salen los ojos de las órbitas, se monta en su camello y va corriendo a comprar un colonia. Eso por no hablar de como explicarle a alguien que un filtro, que a simple vista sólo es un rectángulo de cristal, puede superar los 100€. Algún Papá Noel despistado te dice en ocasiones “pero yo he visto filtros de esos a 6€ en el Fotoprix”, y entonces tienes que entrar ya a hablar de aberraciones cromáticas, nitidez, flares, etc… con lo que el susodicho Santa Claus te mira como si fueses un loco peligroso.
Por supuesto que hay regalos de precios intermedios, como fundas, correas o libros. Pero como siempre hay problemas. Si vas con intención de comprar una funda llegarás a la tienda y el vendedor te preguntará si quieres para llevar sólo un objetivo o todo el equipo, con apertura rápida o normal, con acolchado duro o blando, etc… en ese momento la gente empieza a andar marcha atrás hasta que cuando se encuentra a una distancia prudencial sale corriendo hacia la sección de libros pensando que será más fácil encontrar un regalo. Sin embargo allí otro pertinaz vendedor comenzará con otra retaila de preguntas: un libro de fotografía general o específico de un tema, centrado en el retoque o en la toma, quiere saber de retrato, paisaje o iluminación… ahí el comprador suele perder la razón momentáneamente e incluso se han dado casos de gente que ha roto con la sociedad y se ha ido a vivir a una montaña como ermitaño.
Vistas las dificultades que puede traer consigo el pedir un regalo fotográfico (salvo que se diga exactamente qué se quiere, donde comprarlo y a que precio) yo me voy a decantar por lo inmaterial. Estimados señores: quiero tener más ganas de hacer fotografías.
No me entiendan mal, las ganas las tengo pero me está costando sacar la cámara de la funda. El principal problema que me estoy encontrando es la rutina: pasar todos los días por los mismos sitios a las mismas horas. Pero que conste que sé que el error está en mí y no en lo que hago diariamente.
Hay gente que es capaz de hacer una foto hasta de una pared blanca y que la imagen sea una maravilla, pero a mí me está costando ver “más allá”. Puede que sea el bloqueo creativo del que se habla muchas veces en foros, pero es que disfruto tanto cuando me paro a hacer una fotografía que este bloqueo me está jodiendo mucho.
Es curioso, esto me recuerda a una sensación que tuve hace un tiempo. Otra de mis aficiones es la lectura… y hace unos años dio la casualidad de que no conseguía encontrar un libro que me gustase. De ese “bloqueo lector” salí ampliando la temática de lo que solía leer, así que lo mismo debería hacer algo parecido con la fotografía.
Quizás debería plantearme comenzar un proyecto fotográfico o empezar a probar técnicas que conozco por haberlas leído pero que casi no las he llevado a la práctica. También puede ser buena idea hacer un curso y, por supuesto, está la opción de comprar más material (aunque mi experiencia me dice que una vez pasada la emoción inicial el cacharro comprado se queda en el cajón).
En fin, ¿creen ustedes que me podrían traer un poco de ánimo fotográfico para este 2014? Sinceramente, me da lo mismo que venga envuelto o simplemente llegue por el consejo de alguien.
Pensándolo detenidamente creo que me gustaría hacer algo que justase varias de mis pasiones: cine, libros, comics, videojuegos…
Mmm ¿y si me planteo hacer una serie de fotografías basadas en el cine negro? La verdad es que ya me estoy imaginando varias posibles fotos… tendré que darle una vuelta. Muchas gracias por su ayuda.
Un saludo :-)
P.D. Tengo que confesar que he reescrito esta carta. La primera vez que la he hecho el tono era bastante más ácido, incluyendo referencias su política de “a los niños buenos regalos y a lo malos carbón”, pero la verdad es que no quiero que este blog de fotografía cambie de temática… además la culpa no es de ninguno de ustedes.
P.D.2. Por cierto, otro buen regalo que me haría ilusión es más lectores para el blog… así que recordad que nos pueden seguir en Facebook o suscribirse por e-mail a todos los que conozcáis (y si tenéis un listado con toda la gente buena eso quiere decir que tenéis muchos contactos) ;-)