Carta a un psiquiatra

Querida Agnès,  Lo único que me tiene obnubilada en estos momentos es mi pie. Como siempre te comenté, hace años que sólo me importa este puntito. El no poder caminar, el no poder salir a andar durante horas y horas con los cascos puestos, pues era lo único que siempre y hasta ahora me hizo bien. Era mi puerta al silencio y al olvido. Como la bici, o el buen polvo de un treintañero tatuado.Como siempre te dije los hombres van y vienen en mi vida, y siempre te consulté sobre el tiempo necesario para que se fueran a buscar otras bragas más a su altura. A mí no me importa, se me suele pasar como mucho a los cuatro meses, el tiempo que dura una estación. Sabes que siempre me quedé de todos ellos, con lo bueno que me aportaron. Es más,  aún me sigues insistiendo sobre el hecho de que no le haya puesto aún una querella a quien tan feo se portó conmigo tras aquel brote.  Pero nunca me pondré a su altura, pese a mucha terapia.
Querida Agnès,  Quisiera ya morirme y de una. Tú insistes en que me espera aún lo mejor. Tras 4 años de terapia en los que siempre te comenté con pelos y señales lo que jamás mente humana sería capaz de imaginar, sigues dándome a leer libros sobre la manipulación y los malos tratos.Agnès, Siempre he creído, como te sigo contando en cada sesión recostada en el diván, que la gente nunca entenderá lo que te duele de no haberlo vivido antes en su propia piel.He visto a gente perder los dientes y la vista. A estatuas de sal convertidas en azúcar. A ángeles con las alas repletas de whisky llegar a mi boca y vomitarles mi hastío.Agnès, Sé que analizas ese agujero negro  o túnel en cada una de mis neuronas.Tú y yo sabemos que ni el alcohol ni la autodestrucción, acabarán con nosotros,  (los locos en penumbra), pues han decidido darnos una tregua sin límites ni enemigos, sin horas ni descanso.Agnès,  Cada vez que te cuento que le vendí la ilusión a un postor que iba a reírse de ella, que sepas, que siempre lo supe de antemano.

Agnès,Ningún sueño en el que creí mecerme llevaba una altura ni una capa de perdón en su altivez, tal vez por eso preferí la cojera que me ronda y como dicen estos gabachitos que tanto hicieron por mí, hay que seguir  “ en donnant un coup d´épée  dans l´eau”.Agnès, Mañana nos vemos  ¿Sí? A la misma hora, en el mismo diván, y con estos mis delirios viejos.

P.S.  Ando bien  (bueno,  esperando resultados para una nueva operación a la que me niego asistir en el mismo lugar y con el mismo galeno, de ahí mi pánico/ miedo) .Gracias a todos por vuestros correos y empatía.                                                                                             Y como musiquita...Un trailer de esta  peli que vi ayer :  "Chico y Rita"  de Trueba (que podéis encontrar en el tubo íntegra) ... y me embriagó  por la música, ( las falsas verdades que esconde sobre Bebo y La Habana... y un trágico final trastocado y en espera de un bonito final tan Hollywoodiense, que  lo dejaré de lado) porque es capaz de  dar vida a una esperanza. Creo también que inspirada en el  New York, New york  de Liza y De Niro... sí, aquella   vieja peli de Scorsese del 77 (que esta sí que acaba mal) este cómic de Mariscal es capaz de despertarnos por la música y el ensueño de la Habana de los 50, una promesa de futuro.