Las contradicciones históricas se refuerzan
Ante la amenaza de la restauración conservadora en el Banco Central, volvemos a manifestar nuestro total apoyo al gobierno popular de Cristina Fernández de Kirchner. Entendemos que este es, fundamentalmente, un problema de independencia política. Agentes de potencias foráneas buscan socavar el ejercicio de plena autonomía que significa someternos libremente a los países más poderosos. No necesitamos profetas de la derecha como Pino Solanas y Eduardo Macaluse para que nos digan qué hacer: la decisión soberana de pagar la deuda a como de lugar no se negocia.
Lamentablemente, de un tiempo a esta parte muchos progresistas equivocados han optado por intentar condicionar por izquierda al gobierno, haciéndole el juego a los sectores más reaccionarios. Hace pocas semanas fue el reconocido activista de ultraizquierda Mauricio Macri apoyando el matrimonio homosexual. Hoy es un connotado marxista como Martín Redrado el que cumple este rol. Antiimperialistas de todo cuño, como Alfonso Prat Gay, los Rodríguez Saá y Oscar Aguad intentan hoy instalar el socialismo de inmediato. Es la historia de la izquierda local, proponer medidas extremas imposibles de llevar a la práctica.
Por suerte otros, los que representan el progresismo real, como Gioja, Otacehé, Curto, Hugo Moyano, Daniel Scioli y Amado Boudou se han alineado para proteger las políticas económicas de este gobierno, que son al fin y al cabo las que posibilitan la actual distribución del ingreso, tan cara a todo el pueblo argentino.
La llegado la hora de la libertad. Para lograrla, iremos hasta el Fondo con nuestros compromisos. A no rendirse.
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