Todos dicen que no llevo razón y nadie se para a darse cuenta de qué me pasa. Nadie se da cuenta de que esta chica soñadora tiene aspiraciones, metas, sueños que cumplir. Nadie ve más allá de sí mismo. Todos creen conocerme, nadie me conoce. Ni siquiera saben que escribo. No saben qué siento, qué pienso. Creen que soy influenciable, pero solo soy yo. Dicen que no pienso lo que digo, pero digo lo que siento y escribo lo que pienso.
Al parecer piensan que lloro por fastidiar, por llamar la atención, y como estoy archipodrida de decir: "llorar también es una forma de desahogarse". Pensaba que los nervios, los dolores de cabeza y demás me los provocaban el estrés, los estudios. Pero NO. Me equivocaba. En estas vacaciones de verano me he dado cuenta de qué, o mejor dicho, quiénes, me lo provocan. Esta casa es el por qué de todo. El por qué quiero salir, viajar, correr, gritar hasta quebrarme la voz... Quizás también el por qué ahora escribo. Pero ellos ni siquiera se han dado cuenta de que lo hago.
Palabras vacías. Miradas y gestos que lo dicen todo, pero que para ellos no dicen nada.
Otro "Noemí, no llevas razón" más y explotaré.
"Step out of the darkness and emerge into the light" dice Auryn. Yo, por el momento, me tengo que quedar en la oscuridad.