¿Qué habrá sido de todas las cartas que recibí siendo adolescente? ¿Qué habrá sido de quienes las escribieron? De quedarme con alguna, no sería de ese tiempo engañoso, ese que si regresara sería seguramente decepcionante... Me quedaría con las cartas de hoy, de la madurez, de la lealtad, del miedo unido a la esperanza, de ese tren que se coge a la carrera.
Deseo que recibais una carta tren que huela a verdad y a sentimientos que deshojan margaritas con la impaciencia de un niño y los dedos de la experiencia.