Casa de Libélullas es una marca de complementos hechos en tela con aires de nostalgia y romanticismo.
Siempre me fascinaron los tules y encajes, las cintas, las flores, sumergirme entre telas, y las cosas hechas a mano con encanto y delicadeza, nos confiesa Rocío. Desde que tengo recuerdo he querido crear cosas bonitas con mis manos.
Psicóloga de profesión, Casa de Libélullas nació en 2008 y en el pequeño taller que Rocío tiene en casa. Hacía complementos para familiares y amigos en los ratos libres hasta diciembre de 2012, fecha en la que se animó a arrancar el blog-tienda
Hasta el momento he participado en la última edición del Molly Market, en Madrid, una experiencia encantadora que espero volver a repetir.
En Casa de Libélullas hay broches, broches encadenados, alfileres y collares, hechos con todas las telas preciosas y abalorios vintage que Rocío encuentra. Quiero que cada persona que se ponga un complemento de Casa de Libélulas sueñe con épocas pasadas, casas de muñecas o el Orient Express! Así lo sueño yo cada vez que me siento en mi mesa de trabajo.
Cada complemento intenta ser único y especial, por lo que no suele hacer más de una o dos piezas por modelo, aunque sí trabaja por encargo.
Agrupa las creaciones en colecciones, en función de colores e inspiración y va añadiendo cosas a cada una de ellas: Snow, Fairy Tale, Once upon a time, Delicious, Vintage Rose. El objetivo es que siempre haya algo nuevo que descubrir en Casa de Libélulas.
Entre sus futuros proyectos se encuentra completar el Baúl de Casa de Libélullas con complementos para el pelo y mitones para el próximo invierno. También iniciar una línea “Casa de Libélulas Petit”, porque ya son muchas las mamás que me han pedido una versión “mini” de mis broches para poner en la ropa de sus hijas.
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