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Casa Solla: técnica y producto

Publicado el 17 septiembre 2009 por Mariano
Aunque ya había tenido la oportunidad de probar el buen hacer de Pepe Solla, ya hacía tiempo que le tenía ganas a este restaurante, conocerlo con tranquilidad y sin otra cosa que deviase nuestra atención, y sobre todo desde que, en la medida de lo posible sigo al carismático chef en su fantástico programa sobre conservas que lleva a cabo en el Canal Cocina.
Casa Solla: técnica y producto
Se acababa el verano, y no lo podíamos dejar pasar, allí nos fuimos. El local está situado en el conello de San Salvador de Poio, a dos minutos de Pontevedra. Nada más llegar nos sorprende un robot cortacesped que trabaja sobre la hermosa parcela.
Minimalismo a la entrada, destacando varias botellas de ese fantástico Contraaparede de Eidos, y un comedor sencillo y acristalado donde llaman la atención la ventana directa a la cocina ( o más bien la sala de montaje de platos) y unos vistosos cuadros de arte naif.
Casa Solla: técnica y producto
Una carta no muy larga y dos opciones de menú, uno largo con pinceladas de toda la carta y uno corto con el que conocer los clásicos del restaurante. Nos decantamos por el segundo, pues el verano pantagruélico empezaba a pasar factura a nuestros maltrechos estómagos.
Con sorprendente rapidez nos traen el primer aperitivo, un cóctel de gin-tonic, muy refrescante y ligero que viene acompañado de una “aceituna con anchoa”, en realidad se trata de un etéreo bizcocho artesano verde con sabores de aceituna que va acompañado de una contundente crema de anchoas. Bien pensada la bebida para atemperar la potencia del snack.
Casa Solla: técnica y producto
Seguimos con un chupito templado de calabacín, melón y jamón. Bocado agradable sin complicaciones y temperatura manejada al milímetro.
A continuación llega una sabrosa crema de patata y cebolla. También muy agradable y sencilla. De esos platos que te piden un poco más.
Casa Solla: técnica y producto
Llegó entonces una de las especialidades de la casa, la vieira, en este caso asada con quinoa. Vianda de gran tamaño y excepcional frescura, pero lo mejor, el punto al milímetro, una textura sencillamente perfecta, melosa por dentro y marcada por fuera. Bien el acompañamiento que incorporaba sabores térreos y herbáceos pero sin estorbar.
Casa Solla: técnica y producto
Tras una pelea con mi aparato, no conseguí fotografiar el mejor plato de la jornada, el bacalao con ¿hongos?. De nuevo, producto de primerísima calidad unida a una preparación sencilla a la vista, pero que ocultaba la mejor cocción en un pescado que he probado jamás. Lascas que se separan con delicadeza, de jugosidad extrema y que se deshacen en la boca. Pide ser comido poco a poco, pensando en cada bocado. Recuerdo un buen acompañamiento al que era difícil prestar atención ante semejante vianda de pescado.
Sinceramente creo que cualquier cocinero que aspire a destacar en la preparación de un buen pescado, tiene que mirar aquí.
Y llegó la carne con un emocionante churrasco de ibérico. De esos platos que te traen recuerdos de infancia. Perfectamente deshuesado y acompañado de patatas rustidas con su piel y unos tirabeques crujientes excepcionales. Me atrevería a afirmar que la preparación de la carne se hizo a baja temperatura y después se marcó tras retirar los hueso. Fantásticos sabores grasos y ahumados y mejor textura, crujiente y melosa al mismo tiempo.
Casa Solla: técnica y producto
Tampoco pude fotografiar un queso país de locura que nos sirvió el propio Pepe, aunque esta vez fue un olvido fruto de la agradable conversación con el chef acerca del propio queso. Elaboración artesana a partir de leche cruda de vaca, y tan cremoso que requería ser servido en una quenelle, venía acompañado de dulce de membrillo casero.
Todo esto lo tomamos con un inmenso Gorvia Blanco 2005, otra de las joyas que elabora José Luis Mateo en Verín (D.O. Monterrei) a base de Dona Blanca y Treixadura. Vino sabroso, corpulento, complejo y graso que estuvo a la altura de todo, pero al que todavía le queda mucho por decir cuando la madera, de indudable calidad, esté algo más integrada, ya que tiene una fruta que puede con todo.
Casa Solla: técnica y producto
Y seguimos con otr clásico en el postre, el soufflé de la casa, llegaba de una pieza en el mismo recipiente del horno y al llegar a la mesa era servido en los platos con su consecuente desintegración, por lo que una foto no le hubiera hecho justicia. Pese a no estar entre mis postres favoritos, impecable. A mi novia si le gustan y este le encantó.
Y con el café llegaron los petit fours, trufas, pan de chocolate y chupitos de ¿capuccino?. Buenos también, aunque el pan no me dijo mucho y además nuestro estómago ya había dicho basta.
La cuenta, unos 138 euros dos personas.
Casa Solla: técnica y producto
Una experiencia fenomenal que para nada desmereció las expectativas generadas. Pepe defiende una cocina anclada en la tradición, pero valiéndose del mejor producto y de la vanguardia culinaria en las técnicas. El resultado, a mi juicio, una de las mejores propuestas de restauración en España. Por poner un defecto, decir que a las responsables de la sala que nos van sirviendo los platos, tenemos que arrancarles las explicaciones. La pulcritud con la que trabajan deja cierta sensación de frialdad que se ve compensada con el trato afable de Pepe cuando se acerca a servirte una copa o una pieza de queso. Me quedé con muchas ganas de hablar un rato más con él, pero es un profesional y el restaurante (como debe ser) estaba lleno.
Ya estoy deseando poder volver.
Casa Solla
Avda. Sineiro 7
San Salvador de Poio
(Pontevedra)
Tlf:986872884

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