Después de haberte vetado
por casi cinco meses hoy te dejo nuevamente ser. No, por favor, ni lo piense,
no estoy enamorada. Tampoco conocí nuevamente a un imbécil con quien como dice
Drexler “Ya colgué mi armadura en tu portal”. No, nada de eso, aunque
honestamente, si, ya lo quisiera.
No voy a leer los pasajes
pasados, porque hasta hace dos meses como decía Arjona “de usted, de usted, de
usted” me daba hormigueos en el estómago y no precisamente de los buenos, de
esos que sientes que se te adormece, que te late el corazón más fuerte, que
empieza a darte un bochorno y se te vienen imágenes, imágenes y mil imágenes a
la mente.
Piel morena, parqué, café
por la mañana, despertar en tus brazos, ese miedo de verte por la universidad,
ese “ey usted”, nuevo correo en gmail, te extraño, ocho lunares, te daría mil besos y
mil noches más, y JP, si JP lindo, lindo.
Hace cinco meses Arjona,
nuevamente Arjona, ese que sonaba de fondo mientras solo existíamos tú y yo, me
recordaba que “Fuiste tu” y maldita sea, como odiaba que había sido así, que te
lo dije y lo dijiste “O aprendes a querer la espina o no aceptes rosas”
El año pasado nos
ayudamos a sentir menos frío, siempre me decías que tenias las manos heladas y
siempre te dije que por la noche te iba a tomar de las manos para que el frío
se fuera. El frío siempre se iba.
Este invierno fue más
frío, no solo porque acabó, sino porque cada uno ya no existe en la vida del
otro.
Esta es mi catarsis y
solo puedo decir, si alguna vez alguien lee esto; que bonito es decir, que fui solo de usted.
#No.sueño