Catastróficas obviedades
Publicado el 19 enero 2010 por Jaferrandez
He tenido un sueño. Y lo he olvidado por completo. Solo me queda la sensación de que podría haber sido algo importante. Incluso tengo la certeza de haber soñado que debería apuntar lo que soñaba para compartirlo con todos vosotros. Es posible que todo sea resultado del segundo cubata del sábado a la noche. Pero no lo creo ............. Iba a empezar trivializando pero no está el mundo para cuitas sinsorgas.
Un conocido (de la web, de algunas aficiones, de la empresa, etc....) ha publicado un post que rezuma incomprensión, vergüenza, hartazgo y muchas otras cosas por las (in)comprensibles
declaraciones/rectificaciones del representante de "Iglesia Católica S.A." en la circunscripción electoral Euskadi. Yo tengo la sensación de que nuestro estupor es demasiado forzado. A poco que miremos en nosotros mismos, en nuestro bagaje socio cultural, podemos ver las raíces de esas declaraciones del Sr. Munilla (¿porqué a este hay que ponerle el titulo de monseñor, signifique lo que signifique ello, y a un diputado electo lo menos que le decimos es "chorizo"?).
Lo ocurrido (formalismo semántico utilizado por los mejores analistas sociales del país) en
Haití ha sido un temblor de tierra que ha provocado miles de muertos. Pero el mal no es el temblor sino la actitud del primer mundo que permite que aún exista una escala de países pobres, muy pobres, paupérrimos e indigentes como Haití. Y por extraño que parezca, algunos analistas socio-políticos de este país nuestro han dado en la diana al exteriorizar en sus artículos algo que CASI todo el mundo sabe: Como
Haití no dispone de recursos EXPLOTABLES no merece la atención de nadie. Bueno´, sí; de la industria cinematográfica para justificar malos guiones con zombis, vudú y negros.
En algunas redes sociales se ha materializado un enfrentamiento latente entre grupos humanos: Hacer las donaciones para ayudar a Haití en nuestra cuenta, No! Hacerlas en nuestra ONG; No! Firmar en nuestro manifiesto. ¡Patético!
Un video para mayor gloria de la modernidad ......... y del profundo estudio sociológico que se merece nuestro actual comportamiento intergeneracional. Que conste que, aún visto cuatro veces, no he sido capaz de discernir completamente el mensaje subliminal que lleva. Y la excusa musical no es para echar cohetes pero tiene su punto ........ hipnótico.
© jaferler