Director: Max Ophüls
Bueno, estamos ante el filme más antiguo que he visto en el último tiempo -unos cuantos meses-, dirigido por el respetadísimo Max Ophüls, que nos deja este filme hecho en su paso por Estados Unidos, antes de volver a Francia, país donde, sin duda, se sentía más cómodo en todos los sentidos.
Max Ophüls, un alemán -posteriormente nacionalizado francés- que huyó de los nazis cada vez que estos estaban cerca, hizo cuatro filmes en Estados Unidos, dos de ellos de cine negro, de los cuales me refiero a uno ahora.
Si bien este no es uno de los filmes por los que más se le recuerde a Ophüls, es una pieza que muestra lo excelente director que era, y el buen oficio con que abordaba sus filmes, en los cuales dejaba sus sellos característicos.
Esta historia trata sobre una joven modelo llamada Leonora Eames -interpretada por Barbara Bel Geddes-,que va a la escuela de modales y modelaje, donde espera aprender lo suficiente para poder conocer a alguien con quien casarse, y que le entregue seguridad económica. Y sus deseos comienzan a cumplirse cuando alguien la aborda mientras trabaja, y la invita a una fiesta. Después de eso, la joven se verá atrapada entre lo que cree que debe hacer y sus deseos más profundos.Desde luego, el multimillonario Smith Ohlrig -Robert Ryan- no hará las cosas fáciles para ella.
El guión del filme está basado en una novela de Libbie Block, quien basa al personaje del multimillonario en la figura de Howard Hughes, el famoso magnate que tuvo cercana relación con el cine, aunque no lo hace de la mejor forma, ya que lo describe como un sujeto narcisista y egoísta, por decir lo menos.Lo interesante es que esos rasgos en el filme fueron aun más potenciados, ya que Ophüls había tenido sus cuantos problemas con Hughes en el rodaje de "Vendetta", del cual el segundo despidió al primero, y las cosas nunca terminaron de manera amistosa. Debido a esto, muchos dicen que este filme fue una venganza -o vendetta- de Ophüls contra Hughes, encarnándolo en un personaje detestable.
Todos los grandes involucrados en este filme hacen un excelente trabajo. Partiendo por los actores, ya que tanto Bel Geddes como Ryan lo hacen genial en sus respectivos roles. La primera como una joven confundida logra una actuación increíble, ya que dota a su personaje de la personalidad necesaria donde cabe la ambigüedad de sus deseos.En cuanto a Ryan, como el multimillonario egoísta no hay mucho que decir. Logra ser alguien encantador y calmado en los momentos necesarios, y luego convertirse en un ser detestable cuando le toca. Según lo que se dice de la personalidad de Hughes, Ryan hace un muy buen trabajo.Mis personajes favoritos son, sin duda, los doctores, uno de ellos siendo interpretado por James Mason. Me gusta el ambiente de buen ánimo que logran crear cuando están ellos cerca, y la relación que tienen con la protagonista, siendo importantes en el desarrollo del relato.
La dirección de Ophüls es siempre precisa. Tan precisa como sus movimientos de cámara, sus dollys, travellings, etc. Se nota que sabe bien donde poner la cámara, y la suavidad con que se mueve esta es sorprendente. Lo mejor es que la escala de planos que usa Ophüls es siempre acertada, y el miedo, la soledad, la tensión, y los nervios siempre se logran retratar en sus imágenes.Este no es un filme de terror, pero en ciertos momentos sí que me logra sacar unos cuantos escalofríos en la espalda, y eso se debe a la atmósfera que logra, potenciada aun más cuando se nota que hay una "carga" en un lugar, y otra en otro lugar. La cámara logra captar perfectamente esas diferentes cargas, y las transmite -y todo se potencia con el trabajo de los actores, que no se olvide eso-.Obviamente, todo parte de un muy buen guión, cargado de detalles importantes que hacen que todo tenga sentido en algún punto. Las preguntas, las acciones, los silencios, etc., hacen de este un guión redondo.
De la realización no me puedo quejar en ningún momento, ya que prácticamente no tiene fallas. La historia me ha gustado bastante, y el desarrollo del relato también me parece destacable, pero aun así siento frialdad ante este filme. Claro, no niego todos los grandes méritos que tiene, incluso la historia me gusta, no aburre para nada, pero no puedo dejar de sentirme un tanto alejado de todo -y eso que la atmósfera está muy bien lograda-. En fin, algo mío solamente.
Antes de ir terminando, me gustaría comentar el final -no se vienen destripes del argumento-. Cuando lo vi, me pregunté "¿Qué clase de final es ese?", y no lo hice porque sea ilógico, inverosímil, sino porque es bastante extraño para ser lo que fue -si la vieron me entenderán cuando quiero decir eso-. No es que sea un moralista ni nada por el estilo -porque no lo soy-, pero pienso que un proceder distinto en el final habría quedado mejor, y menos extraño. Digo, hay algunos motivos que te hacen sentir de una manera, pero no resta que hayan otros motivos que te hagan sentir de una manera distinta.
No sé, cuando la vean -o si es que ya la vieron-, ustedes dirán que les parece el final.
En fin, quizás necesite verlo de nuevo para que me guste más, pero sin duda es un buen filme, lleno de méritos y elegantemente realizado. Tal vez a la otra me guste más y me sienta menos indiferente a lo que vea.