En estas fechas se suceden las cenas empresa o comidas...
Nada tienen que ver con las que se venían haciendo hará 3 o 4 años; ahora son menos las que las disfrutan (debido a que hay más gente en paro) y los pocos que aún pueden disfrutarlas no lo hacen como hace unos años; de cena a pasado a comida, de ser abundante, larga y sin miramientos, ha pasado a ser escueta, simple y demasiado sencilla, para cumplir más que nada.
Yo no celebro ninguna cena de empresa ahora mismo y eso que tengo una empresa.
La verdad es que no funciona demasiado bien en estos momentos y la aguanto por orgullo más que por otra cosa, me duele tener que cerrarla pero, de tener a 6 personas fijas trabajando para mí, conmigo y unos cuantos freelance que, a pesar de ser eso, freelance, eran parte de la familia (tanto era así que en las cenas de empresa nos juntábamos unos 15 o 20); he pasado a tener uno, dos días por semana dos horitas al día. Me encanta lo que hago pero no son servicios ni productos de primera necesidad y eso, ahora mismo, se nota.
Igual, os invito a conocerla: Divina Adivinanza, regalos, sorpresas, detalles, todo personalizado, nuevo fresco y diferente!
Pero a lo que íbamos: ya no celebro cenas de empresa y me duele, sobre todo cuando recuerdo lo mucho que disfrutaba organizándolas y lo bien que nos lo pasábamos.
Trataba de hacer de ese día algo realmente especial, intentando demsotrarles a todos lo mucho que les agradecía todo lo que hacían por la empresa. Me dejaba los cuartos pero no me importaba, creía que se lo merecían y lo hacía de todo corazón.
Un año, le envíe un billete de avión con indicaciones de horarios, ropa, lugar, etc...les hice hace una gincama en un centro comercial en el centro de Barcelona por grupos, fuimos a hacer Paintball, hubo un concurso de disfraces durante la cena y después nos recogió una limusina Hummer para salir de fiesta toda la noche.
Las invitaciones eran ya un señal de lo que se venía:
Otro año les invite a hacer un recorrido en barco, de noche por toda la costa de Barcelona, con picoteo y bebida, más cena, fiesta y regalo de empresa para todos.
Lo hacía de corazón, con ganas y muy esperanzada de que disfrutaran y nos lo pasáramos genial; creo que lo conseguía.
La crísis acabó con todo....y desgraciadamente, creo que terminará acabando con mi empresa y mis sueños por completo, aunque de momento, aguantamos, sin ingresos, sin clientes...sólo con esperanzas, orgullo y perseverancia.Gracias! espero que sigas disfrutando con mis historias.