Así pues según el estudio que se ha dado en IAE: "Un 59,9% de los municipios aragoneses ha perdido población en estos últimos tres años." Además de este significativo dato se dan otros que vienen a ser causas y consecuencias de este descenso poblacional, como puede ser por ejemplo la migración de extranjeros a sus lugares de origen (no olvidemos que estos colectivos repoblaban nuestros pueblos en los últimos años). A esto hay que añadir el problema que tienen las mujeres a encontrar trabajo en los pueblos sumado a los efectos de la crisis que todos conocemos pero que afectan de manera más intensificada a familias desfavorecidas del ámbito rural: inestabilidad en el puesto de trabajo, dificultad para adquirir una vivienda, reducción de las ayudas públicas...
Las comarcas más afectadas son los pueblos cercanos a Calatayud, Calamocha o Albalate del Arzobispo en contraste con núcleos urbanos como son los pueblos colindantes a la capital aragonesa (La Puebla, Cadrete, Maria de Huerva...) o Barbastro, los cuales han aumentado su población.
Las conclusiones que saca el INI son pesimistas en términos generales y vienen resumidas en el artículo del Heraldo de Aaagón: "Más de la mitad de los municipios aragoneses ya pierden población";
donde matizan a pie de página que se prevé que "la población aragonesa perderá 25.332 habitantes hasta el año 2022, pasando de 1.314.871 a 1.289.539 personas censadas."
Mariano Gallardo Lorente