Centro de Retiro Multiconfesional. Francisco Serrano

“Laberinto de Conciencia” – Centro de Retiro Multiconfesional en el Llano de la Perdiz, Granada – Francisco Serrano Moreno

Tutores: Ramón Fernández-Alonso Borrajo / Alejandro Muñoz Miranda

Proyecto Fin de Carrera. ETSAG (Escuela técnica superior de Arquitectura de Granada.

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El Cerro del Sol y el Llano de la Perdiz corresponden con la culminación plana del relieve que se extiende al este del conjunto histórico de la Alhambra, entre el río Darro y el río Genil.

El Llano de la Perdiz actúa como parque metropolitano con instalaciones deportivas, vías y senderos idóneos para actividades lúdico-deportivas al aire libre.

Su elevación, alcanzando los 1030 m en el Cerro de Sol, y su orientación, lo hacen un excelente mirador natural. El acceso por vía rodada se produce por el camino del cementerio, y diversos caminos y veredas completan la red de comunicaciones.

Con todo lo descrito, este enclave, donde se propone un Centro de Retiro Multiconfesional, nos invita a reflexionar sobre las características de este entorno y como afectan a la propia concepción del proyecto. Así, un Centro de Retiro en el Llano de la Perdiz se entiende como un lugar donde encontrar la calma, el sosiego y la perspectiva que la ciudad no puede ofrecernos desde un punto de vista personal, sin por ello romper con el mundo, sin aislarnos de él.

 

El factor prioritario para la elección del emplazamiento, ha sido el propio territorio. Debido a que se entiende que actuamos en un paraje natural, el primer punto a seguir, será el de respetar el propio lugar. Nos encontramos en un paraje óptimo para la práctica de la meditación, rodeados de naturaleza, y con la oportunidad de entrar en simbiosis con ella. Por ello,  se intentará modificar mínimamente el lugar, y se buscará una zona donde la intervención sea lo menos agresiva posible. Si observamos en una imagen aérea lejana de todo el Llano de la Perdiz, podemos darnos cuenta de que su color predominante es el verde, y nos encontramos tres islas de color tierra en dicho mar verde. La señalada en la siguiente imagen, será finalmente el espacio elegido para la actuación.

 

El símbolo del LABERINTO representa el camino del alma por llegar hasta el fondo, hasta el conocimiento pleno de sí mismo; a la vez que sería como un mandala, que nos sumerge en el sumerge en el subconsciente donde la persona tiene que llegar a definir si lo que busca es entrar o salir, vivir o morir, la supervivencia de su ser superior o el predominio de su ser inferior. Aunque deberíamos terminar de entrar para poder saber salir llenos de una sabiduría, ya que al final el camino siempre es el mismo.

El LABERINTO es un camino hacia el centro, hacia lo más profundo de nuestra identidad, donde el recorrido en apariencia es complejo y nos expone al riesgo de perdernos enfrentándonos al temor, cuan más bien deberíamos vivirlo como un juego y acertijo, con alegría y espíritu de aventura, que inexorablemente nos llevará tarde o temprano de afuera hacia adentro, y luego de adentro hacia los demás….

Entrar a un LABERINTO es ingresar a un rito casi tan antiguo como la misma raza humana. El alma se expresa en imágenes, ritmos y metáforas. Y el LABERINTO, como imagen arquetípica, es una manifestación visible de todos ellos. Ha sido usado como vía de peregrinación y como herramienta universal de meditación por diversas tradiciones espirituales

Para concluir con el desarrollo de la idea de concepto, se muestran unos esquemas con los diferentes recorridos que el proyecto aporta al visitante, quedando en un color el recorrido intuitivo, y en otro diferente el resto de recorridos. Se observa como queda intacta la idea del LABERTINTO, pero sin embargo no hay cortes bruscos de caminos como puede pasar en un laberinto, sino que todo el edificio consigue un tránsito fluido, aportando los puntos de pérdida cuando el recorrido en espiral fuerza a tener que girar 360º.

El programa queda ubicado en función de su privacidad, yendo desde lo más intimo a lo más público. En el circulo central se ubica, como ya hemos dicho anteriormente, el espacio multiconfesional. En la segunda capa, las celdas de meditación grupales e individuales. En la tercera capa, encontramos las cosas más públicas como son recepción, cafetería, área de descanso, oficinas, biblioteca y aseos. Y por último encontramos la última capa, destinada a las viviendas, tanto las de carácter temporal, como las permanentes.

La tectónica del Centro de Retiro Multiconfesional se consigue en su totalidad con el uso hormigón armado. Se intenta transmitir la sensación de que se crean unos muros emergentes del terreno que acotan espacios de recorrido, por lo que se intentará buscar el efecto de tocar no menos posible la tierra actual, aprovechando la propia tierra excavada en cimentación para crear un pavimento de tierra compactada en todo el alrededor del edificio. Y al tomar contacto con el interior del edificio, se busca una sensación de continuidad del pavimento mediante un biomortero de arcilla para interior, con tono similar a la tierra del lugar. También cabe resaltar que la elección de arcilla tiene parte de relación con la historia granadina de la artesanía en arcillas y cerámicas. Estos muros, toman grosores determinados para poder abarcar usos en su interior. El pavimento de estos “muros” será diferente del de las zonas de recorrido, para acentuar aún más que la construcción del “muro” es lo que prevalece en el proyecto, lo demás son espacios libres de recorrido. Finalmente, se decide elegir un hormigón blanco, como un guiño hacia el propio lugar, ya que nos encontramos coronando una cima, y siempre tendremos como telón de fondo Sierra Nevada, y de esta manera se consigue un diálogo entre el edificio y su entorno más lejano y próximo a la vez.

 

La idea de laberinto parte de la premisa de realizar un recorrido entre muros, el edificio se entierra buscando el recorrido interior y el bajo impacto visual en el territorio. Para contener las tierras se disponen muros de hormigón, que emergen a la superficie formando los límites del laberinto, la masa del material utilizado es necesaria para llevar a cabo la idea, buscando la coherencia estructural con la proyectual por encima de rasante se continúa construyendo con hormigón.

Las pantallas y losas se aligeran con esferas o discos fabricados con materiales de deshecho, generando grandes ahorros al reducir un 30% el consumo de hormigón y un 20% de acero. A su vez asegura la plasticidad necesaria para absorber cargas estáticas y dinámicas tales como la cara sísmica y la fuerza del viento por la colaboración entre fachadas y losas.

 

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