Cuantos años han pasado desde la última vez que se vieron se pregunta Celia frente al bar donde se encontrará con Oscar, él la espera dentro, Celia lo observa desde la puerta duda si entrar o marcharse Oscar al verla se levanta y va hacia ella sonriente se saludan besándose en la mejilla caminan hasta la mesa donde Oscar la aguardaba, llega el camarero a tomarles nota, piden unas cervezas, se miran en silencio durante unos instantes.
Oscar sonríe y le pregunta cómo le va, Celia baja la mirada como si quisiera suavizar la indiferencia hacia él aunque no puede evitar perderse en sus bellos ojos color chocolate, mágicos para ella tiempo atrás, el camarero sirve las cervezas tras el primer sorbo comienza la charla, Celia escucha a Oscar en silencio. Ha regresado a Barcelona para quedarse y estar cerca de ella, ha solicitado un puesto fijo en la ciudad en el periódico para el que trabaja en breve se incorporará además espera respuesta para realizar una colaboración en una emisora de radio, como le prometió cinco años atrás, cuando aceptó la corresponsalía en Colombia si él podía ofrecerle una estabilidad la llamaría, le relata su vida en Bogotá como un caos, sin tiempo de nada, Celia no responde lo cierto es que no acaba de entender la situación durante este tiempo ni una llamada, ni un mensaje no encuentra el sentido de sus palabras, Celia no duda en reprocharle el silencio de esos cinco años.
Ella lo esperó durante los primeros meses pero aceptó que era una pérdida de tiempo y de vida por lo que siguió adelante como una mujer libre que era, hay alguien en su vida un buen hombre que ha entrado en su corazón por su honestidad y humanidad a Oscar le cambia la expresión del rostro, entre balbuceos intenta justificarse, Celia ha sabido de él y su vida en Colombia , que no ha sido tan mala como pretende hacerle creer parece que a él se le ha olvidado que Celia y él tienen amigos comunes a pesar de que Oscar perdió el contacto con casi todos alguno sigue trabajando en el mismo periódico que él, para bien o para mal las noticias vuelan. Celia le aclara que ha acudido a la cita por curiosidad no pensaba que sería capaz de intentar engañarla de ese modo, sabe perfectamente que el motivo de su regreso no es ella, simplemente acabó su tiempo de corresponsalía, allí no estaba solo pero a Celia no le interesa nada de esa mujer que deja en Colombia como hizo con ella aquí en su momento el día mismo que solicitó el traslado con la idea de alejarse de su vida aquí invitó a acompañarlo a una más que amiga que estuvo junto a él un par de meses dejándolo porque la convivencia a su lado era peor que el entorno donde se encontraban, Celia pronto se sintió liberada por su marcha, las lágrimas de los primeros días por ese novio que ella creía amar tanto se secaron la vida era grata sin él cerca con sus leyes, sus engaños, su falsedad, tanta presión, al recibir su llamada le siguió el juego esperando a ver con que historia intentaba manipularla.
Celia se levantó deseándole lo mejor y se alejó diciéndole adiós mientras sonreía, Oscar molesto pidió otra cerveza al camarero, tras unos segundos inmóvil llamó al periódico para que su traslado no fuera a Barcelona, a ser posible cualquier lugar donde nadie lo conociera, comenzaría de cero y nada le impediría ser él.
Celia por fin cierra ese capítulo, aunque para ella está más que superado, simplemente necesitaba ver su rostro al verse rechazado y desenmascarado.
Magda Jardí
©Derechos reservados