Creo que siempre había deseado tener otra vida, una mucho más interesante con viajes, muchas personas a las cuales conocer, recorrer lugares exóticos y asistir a fiestas de todo tipo, elegantes sobre todo, en donde se deban usar largos vestidos ajustados a la cintura. Bailando en un gran salón de techo alto de donde cuelguen hermosas y brillantes lámparas de lágrimas.
Entonces, cierro los ojos y suena la música y un joven alto y muy apuesto se acerca y me invite a bailar. Bailamos toda la noche, él tiene un acento extraño, creo que británico, es soltero y anda en busca de una hermosa mujer que quiera ser la madre de sus hijos y comprarle una hermosa finca en el campo en donde pueda criar animales y sobre todo caballos que son sus favoritos.
El ambiente es ideal, la fiesta está a punto de terminar y yo debo partir de inmediato, ya que mi vuelo de regreso a Chile saldrá en 4 horas. Durante esas tres semanasno había conocido a nadie en la hermosa ciudad de París, me habían dicho que si ibas a París había casi un 90% de posibilidad de vivir el romance más apasionado de tu vida. Yo sólo podía conformarme con haber bailado toda la noche con un hombre que a todas luces sería considerado gay en mi país, por esa forma de vestir y comportarse. Me despedí del hombre y le pedí que me visitara algún día en Chile. El con sus ojos brillantes e increíblemente azules me miró y asintió esbozandola sonrisa más perfecta que jamás había podido ver a menos que me mirara al espejo J.
Partí muy rápido junto a mi amiga Rosario quien me iría a despedir al aeropuerto. Preparé mis maletas guardé todos los souvenirs que había reunido durante las últimas semanas, la ropa que había comprado, tomé mi pasaporte mi billetera y partí al aeropuerto a toda prisa. Rosario conducía el vehículo, ya que nunca me acostumbré a manejar por el lado derecho :S. Tomé mis cosas pasé por todos los puntos de seguridad pertinentes y de pronto veo tras una mampara al jóven de ojos azules y brillantes y en ese mismo instante sonó la alarma del celular que me despertó y me recordó que debía ir a trabajar…
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