Uno de los grandes descubrimientos cosméticos de este año 2010 que dentro de poco vamos a despedir ha sido esta limpiadora. Hasta hace muy poquito he sido asídua de las toallitas desmaquilladoras para todo y para todos los días pero con el efecto rebote de acné y grasa que tuve tras la vuelta de la regla después de tener a mi hijo, me planteé seriamente dejar de usarlas y emplear limpiadores más efectivos. Estuve dando tumbos sin mucho éxito en mis elecciones hasta que fui a una dermatóloga que me la recomendó y ¡qué gran éxito!.
A mi la marca no me sonaba de nada ni había oído hablar de ella pero por lo que he visto en Internet, debe ser muy conocida en algunos países americanos. Cetaphil pertenece a los laboratorios Galderma y tiene una amplia gama de productos para la piel, merece la pena entrar en su web y echar un vistazo.
Lo que me gusta de ella es que es una loción limpiadora que no necesita agua. Se puede retirar con agua, al modo tradicional, o sin ella, usando un tisú, una toallita o un algodón. Por este motivo me la llevé a la clínica al operarme del mioma y me vino de perlas porque incluso los dos días que estuve sin moverme de la cama al menos pude lavarme la cara a fondo con esta loción y retirarla con un klinex. Práctica y eficaz.
La textura, muy parecida a la de un gel, hace que sea muy agradable de usar, nada que ver con las leches limpiadoras, que me dan muchísima grima. Esta loción es fresca y, encima, cunde muchísimo.
Arrastra TODO. Es decir, que sirve para desmaquillarnos, rimmel incluído. Bien es cierto que yo no suelo usar maquillajes elaborados, pero en cualquier caso para estos siempre suelo usar un desmaquillador de ojos a parte... aunque algo me dice que esta loción podrían incluso con ellos porque parece enteramente que se come la suciedad. Realmente me asombra el poder de limpieza que tiene. Os puedo poner de ejemplo que cuando preparo las papillas de mi hijo a veces se me quedan las palmas con restos de juguillo de calabacín y de patata y me cuesta sacar esas manchas incluso con gel de baño y esponja. Con esta loción salen al instante, es increíble.
La piel queda de cine. Normalmente los limpiadores me dejan la piel reseca y tirante, y eso que mi piel es mixta y en algunas zonas bastante grasa. Con esta loción la piel queda lisa y suave, casi ni haría falta aplicarse una hidratante.
Está indicada para pieles sensibles y suaves, pero ya os digo que a mi me la ha recomendado la dermatóloga junto con un antibiótico tópico para el acné y me está yendo muy bien. Pienso que es una loción limpiadora apta para todo tipo de piel (de hecho, indican que es de alta tolerancia) porque deja la piel lisa y jugosa y no engrasa nada al tiempo que limpia en profundidad sin agredir.
Otra de las indicaciones que tiene esta loción, por cierto, es en bebés. Así os haceis una idea de lo suave que es y de lo bien que limpia, la veo estupenda para limpiarle el culito al bebé sin tener que pasar por el baño. Incluso he leído que se puede utilizar a la hora de rasurarse, algo que me parece una gran idea.
En cuanto a su precio, no me fijé cuando lo compré en la farmacia porque adquirí más cosas y después tiré el ticket. Pero viendo los precios de Internet, calculo que me costó unos 12 euros el envase de 237 ml (curiosa cifra). Tengo el bote desde finales de agosto y la estoy usando todos los días por la mañana y por la noche y aún me queda, cunde muchísimo.
El envase quizá sea lo que menos me gusta. Hubiera preferido un dosificador y no un tapón de click clásico, que ya se me ha roto (se me cayó el bote en la ducha y se rompió). Es la única pega que le pongo. Un exitazo, no dejo de recomendársela a la gente.