La chaqueta le está pequeña. La lluvia de estos días no ha encogido sus huesos, no ha podido con ellos. La camiseta de interior todavía se mantiene seca; pero la humedad sudorípara de anteriores carreras huyendo de una persecución voluntaria en mayor o menor medida y la suciedad acumulada le han hecho creer que es su segunda piel. No va a volver a disfrazarse de humano desnudo hasta la semana que viene. Entonces el mar estará en calma, la sal seguirá fría y podrá tender las heridas al sol sin miedo de que el viento las cubra de arena. Entonces podrá seleccionar qué capa intermedia prefiere abandonar para ajustar el cuerpo a su chaqueta.
La chaqueta le está demasiado pequeña. Siempre la lleva puesta, excepto para dormir. Entonces se la quita; también el jersey, los pantalones, los zapatos sin cordones y los calcetines. Eso en verano. En invierno duerme con lo puesto y la chaqueta le hace las veces de almohada, por si un charco traicionero decide encogerle las ideas mientras duerme.http://losupeencuantotevi.blogspot.com