En defensa de cierta clase de poesía, cierta clase de vida, cierta clase de criatura llena de sangre que algún día morirá - Charles Bukowski
[...] todos los monos saldréis de vuestros jardines y empezaréis a ser suficiente para que
considere
eso que constituye vuestro
rostro y cuerpo y amor
y
no me retuerza en mi maldito
catre alquilado
durante horas con
espasmos y dolor y horror
muero y rezo por vosotros y
por mí mismo
si pudiera desearos a todos
pobres cabrones muertos
el ápice de vida que me resta
os lo hundiría
y
dormiría para siempre.