El 26 de abril de 1986 a la 1:23 hs. de (Moscú) la central nuclear de Chernobyl sufre el mayor accidente nuclear conocido en su tipo hasta el presente.
En medio de una prueba en la cual se simulaba un corte eléctrico, el reactor 4 de la Central aumentó de forma imprevista su potencia, lo que produjo un sobrecalentamiento de su núcleo que hizo explotar el hidrógeno acumulado en su interior.
El material radiactivo liberado fue unas 500 veces superior al que liberó la bomba atómica que Estados Unidos arrojó sobre Hiroshima en 1945. Otra muestra de la relevancia de la tragedia de Chernóbil es que se trata del único accidente que alcanzó la categoría más alta (nivel 7) en la escala INES.
La explosión causó la muerte directa de 31 personas y obligó a que el gobierno de la U.R.S.S. ordenara la evacuación de 135.000 personas. La radiactividad emanada por el accidente llegó a diversos países europeos.
Después del accidente en la Central Nuclear de Chernóbyl, en Ucrania, el gobierno limitó el acceso a la zona creando cuatro áreas con distinto nivel de peligro. La zona de exclusión, de tan solo 30 kilómetros al epicentro de la catástrofe, es la más peligrosa. Allí está prohibido vivir, cultivar o cazar dado el gran riesgo para la salud.
A pesar de ello, se organizan excursiones de un día para ver en persona los estragos de la explosión y se puede comprobar que mucha gente ha vuelto a lo que un día fue su casa, cultivan la tierra contaminada y crían animales sin ningún tipo de temor.
Chernobyl, y algunos otros pueblos, en cambio sí que tienen una población consolidada. Alrededor de 2000 personas que niegan que la radiactividad les haya provocado ningún mal. Muchos volvieron a sus casas a los pocos meses. Otros se han mudado a casas deshabitadas por no tener donde vivir. No dudan en comer frutas y setas que ellos mismos recolectan, a pesar de los avisos del gobierno y de que haya miles de personas con cáncer y otras enfermedades igualmente terribles a consecuencia de la exposición desmesurada a las radiaciones.
Curiosamente, sin la injerencia del hombre, la naturaleza ha cobrado fuerza y ha habido un repoblamiento de especies animales y, aparentemente no se han detectado mutaciones genéticas o cualquier otro trastorno.
Un vídeo como compañía nunca esta de mas.
Vía: Wikipedia, Documents Pravda, Igor Kostin, Bellona, Fotografías, Tejiendo el mundo.