Chile, Bolivia y el mar

Todos tienen una opinión al respecto. Unos, con cero autoestima, se bajan los pantalones a la primera, otros se golpean el pecho y se martirizan, y otros, están siempre dispuestos a regalar lo que no es de ellos...
En el lado opuesto de la balanza están los duros, los halcones, los que de inmediato quieren guerras y peñascasos... 
Lo del mar obviamente ha sido catapultado por Evo Morales como distractor de problemas internos y le ha servido como bandera de lucha para aglutinar a los bolivianos tras la figura de él.
Chile, mejor digo la política externa de Chile, se las ha querido dar de legalista al pie de la letra, de politically-correct, de tipo simpaticón y sabihondo, que las gana fácil.
Como siempre, la realidad le ha dado una bofetada internacional a esa pose de aguas tibias.
Chile no debe aceptar ingerencias extranjeras en sus fronteras. Punto. Si un país vecino - o no vecino - tiene asuntos pendientes con Chile, debe haber conversaciones y negociaciones bilaterales sin condiciones.
Deben dirigirse a Chile con respeto, decir que hay problemas y proponer negociaciones. No acusar, ni exigir o demandar. Chile es un estado soberano, no un paria.
---
¿Mar para Bolivia? - claro que es posible. Ambos países deben sentarse a conversar la posiblidad - siempre y cuando Bolivia se relacione con Chile con respeto, apertura de miras y abandone definitivamente sus campañas de odio y revanchismo.
Creo que podría llegarse a un acuerdo satisfactorio para ambos - Bolivia obtiene de Chile una salida al mar y Chile obtiene de Bolivia un territorio de igual valor económico y estratégico a cambio.
Nadie resulta violado, nadie hace de mendigo. Todos contentos, amigos y sin orgullos dañados.
---
Es decir, negociaciones directas entre ambos países, trato respetuoso, sin campañas patrioteras y estar dispuestos a dar y recibir.
Estas son condiciones mínimas y básicas. Sin ellas, no hay nada que hablar.