Siento tu peso de siglosen el centro de mi alma:las arrugas de tus muros,en mi frente despejada;la seriedad de tus rejas, en mis ansias alocadas; la solera de tus vinos,en mis arterias tempranas.
A mi vida pendular
tú opusiste la plomada;al desorden de mis horas,tus puntuales campanadas;a mi paso vacilante,la majestad de tu plaza;a mi escapar del esfuerzo,tus cuestas pinas y largasYo te di mi juventud,mis ilusiones... mi nada;pero te lo di de veras- como un niño que regala-y tu le diste a mi vidalo que a mi vida faltaba.¡Siento tu peso de siglosen el centro de mi alma!