Chulilandia

Valencia tiene dos patitas con las que empieza a andar por la historia: los fueros de Jaime I y la dirección del conservatorio municipal. Sin alguna de ellas no se entiende. Y no queda nadie que recuerde cómo era Valencia antes de que eso existiera.
El jeta de la izquierda es lo más malo que te pueden echar a la cara. Pero el hijo es peor. Por si no lo sabes (que no sería raro, porque a veces se cruza con su familia por el pasillo de casa y le preguntan: y, ¿musical o compositivamente, tú quién eres?), es el directorcillo del Konservatorio Munizipal de Músika José Iturbi de Valencia: un ranchito donde trabaja papá (él, Don Salvattore) y trabaja el hijo como interino (con un título de dirección regalado por el amigo del clan García Asensio y una carrera de percusión sin terminar. De lejos parece más mayor que el padre. De cerca es más mayor que el padre): el parque de atracciones donde la familia y los amigos cumplen sus sueños y son felices con la magia de Chulilandia.
 Dos kale borrokas o gorrekas de la música. Otro día te cuento sus batallitas. Hoy toca una entrevista en un diario valenciano chulianista. Le dicen: "¿El piano es complicado?".
 En realidad cambiando "piano" la pregunta sirve para todo."¿El colisionador de hadrones es complicado?"
Sus respuestas también son tipo, por ejemplo:
-"Debe estar consagrado a la música, tres o cuatro horas al día como mínimo. Cuando le dices a alguien que estudias música te dicen y qué más. La gente debe darse cuenta de que esto es una dedicación completa".
-O también:
"Debe estar consagrado a la física, tres o cuatro horas al día como mínimo. Cuando le dices a alguien que estudias física te dicen y qué más. La gente debe darse cuenta de que investigar las leyes que rigen el funcionamiento de los componentes fundamentales de la materia es una dedicación completa".
Para que después digan que esta es una sociedad que no cuida a sus mayores. 
A partir de ahora seguro que recuerdas al papá Chulià y al hijo Chulito.
Respuestas al vuelo: Sí, me caen mal. No tampoco es envidia, aunque obras del clan de los Chulis: Bastantes. Obras mías: cero. Tampoco tengo plaza en el KMMJI, y eso que tengo poquito menos que el hijo.