¡Ciao ciao bebé!

     No. No he pillado al piojo afeitándose, je je je je je pero no me extrañaría.....¡mejor ni pensar en las posibles diabluras que se le pueden ocurrir! Afeitarse no es uno de los claros indicios de no tener un bebé en casa.    ¡Cómo pasa el tiempo! ¡Si a veces me parece que ayer mismo contaba las semanas que me quedaban por ver su carita! Las 40 semanas del embarazo se hacen largas y cortas, al mismo tiempo. Largas porque deseas tenerlo entre tus brazos en el mismo momento que el predictor te dice que sí y cortas, porque si tienes un buen embarazo, luego echas de menos sentirlo dentro de ti...ejem...y no tener dolor de ovarios cada 28 días días, je je je je ....
     Las 40 semanas pasan y un día tienes a ese pequeñajo entre tus brazos. Te da miedo porque parece que se vaya a romper y, de pronto, un día vas por la calle te cruzas con un bebé de pocas semanas y te das cuenta que tu bebé ya no es así, es más, casi se te ha olvidado verlo tan pequeñín, ¿o sólo me ha ocurrido a mí?       Más adelante de emocionas con sus primeras palabras, con sus primeros pasos....sus descubrimientos...va creciendo y cada día es más independiente...un bebé más grande y de pronto un día te das cuenta que ya no hay chupetes, biberones...pañales...que corre, salta, trepa por las escaleras con más agilidad y rapidez que tú...y te paras y piensa ¿y mi bebé, dónde está?      Yo llevo preguntándomelo hace semanas pero la semana pasada ya tuve la última señal. La clara e inequívoca señal que ya tengo un niño en casa. El piojo estaba en la ducha jugando con sus dinosaurios y lo escucho hablando. No hablaba él, hablaban los dinosaurios...   _Hola_ saludo un dinosaurio con voz finita. _hola_ respondió otro con una voz más profunda _¿Vamos a cenar?_ preguntó el primero. _No, mamá no ha preparado aún la cena..._respondió el de la voz profunda, intuí que era papá dinosaurio... _¿Qué vamos a cenar?_ _Hojas y peces...._ _¿Jugamos un poquito?_   (...)      Los dinosaurios siguieron jugando y hablando mientras desde el pasillo yo me despedía de mi bebé y le decía adiós a mi niño...   Besitos avainillados