Un estudiante de periodismo en busca de una historia que contar. Un festival de música en recuerdo de las víctimas de Chernóbil.En 2004 eran tres, Dimitri, Nikolái y Ekaterina. En 2011 solo dos. Nikolái no puede apartar de su mente los recuerdos de sus amigos, los integrantes del Club del Trueno. Ese 2004 sus vidas cambiaron para siempre, Nikolái dejó junto a sus padres Ucrania, para establecerse en nuestro país, Ekaterina y su familia optaron por EEUU y Dimitri se quedó en Ucrania. Los jóvenes se comprometieron a reencontrarse diez años después, pero un horrible suceso, terminará con esa posibilidad, los tres ya nunca volverían a estar juntos.Ahora Nokolái ha regresado, como estudiante de periodismo quiere hacer un reportaje sobre lo ocurrido, Ekaterina también ha regresado aunque por otros motivos. Los viejos amigos se reencontrarán y descubrirán mucho más de lo que nunca imaginaron.Empecé esta novela sin saber muy bien a qué iba a enfrentarme, su portada estilo soviética me hacía pensar que se trataría de una novela sobre la guerra fría o sobre política. Si bien es cierto que algo de política hay, no en el grado que yo le suponía.La novela comienza con una persecución o una huida, según se mire, un monstruo popular ucraniano es el protagonista, el Chudovische, y con esto empieza una historia que mantiene el misterio de la trama durante algunas páginas.
Un bosque como escenario de un rastro de muertes. 2004.
El Club del Trueno se reúne por última vez. Nikolai y Ekaterina se marchan de Ucrania con sus padres.
Dimitri, sin embargo, se queda en el país.
Antes de despedirse, se reparten una matrioska con la promesa de volver a juntarla antes de diez años o, de lo contrario, una maldición caerá sobre ellos.
"-¿Cómo... cómo se llama? -señaló a Ekaterina, que seguía reinando sobre el escenario.Si bien al principio consigue confundirnos, inmediatamente después es fácil deducir por dónde van los tiros. De los personajes principales podemos decir que los envuelve la melancolía, Nikolái es estudiante de periodismo y Ekaterina cantante y a pesar de esas diferencias son muy similares en su obesesión por Dimitri y lo que le pasó.
La chica le miró con asombro.
-¿No lo sabes?
Nikolái negó con la cabeza, muy serio.
- Rebecca Welsh.
Así que ese era su nombre artístico... Con razón él no había logrado encontrarla en la red.
-¿Y... y esta canción? -se atrevió a preguntar de nuevo, con los ojos brillantes por las lágrimas.
Ella sonrió sin dejar de moverse al ritmo de la música.
-Matriska -fue su respuesta.
Matrioska."
Dimitri, a pesar de su "ausencia", está presente constantemente en la mente de sus amigos.
Los tres amigos sufren del mismo mal, del mismo sentimiento de soledad y melancolía que sufre el extraño personaje afectado por lo sucedido en Itanich y al que conocemos por sus notas, un personaje que nos deparará alguna sorpresa (aunque no durante mucho tiempo, ya que las notas son muy esclarecedoras).
Sin duda el personaje más interesante de la novela es Motulyak, el periodista amigo del padre de Nikolái que es quien empezará a destapar lo que hay detrás de Itanich. Es intuitivo y perspicaz como buen paparazzi.
El final es bastante predecible, aún así es una historia muy original, que mezcla diversos géneros (policiaco, ciencia ficción, misterio...) y que sorprende si bien no por su evolución, sí por su planteamiento.