Revista Talentos
A Basilio, sus colegas literatos intentaron convencerlo de que era absurdo meter a cien millones de chinos en un microcuento. Pero él era terco y también rupturista, y no sólo metió en su microcuento a cien millones de chinos; además, añadió diez millones de japoneses y tres millones de camboyanos.