CIGARRO VERSUS COMIDA CHATARRA
Escrito por Eduardo Carranza Gazzani. (23-05-2013).
Cuando alguien fuma un cigarrillo el humo de éste afecta al que lo está fumando y a las personas que están a su alrededor.
Si estoy en un ambiente cerrado y una persona fuma a mi lado, la molestia que siento es incomparablemente mayor que caminar por la avenida más contaminada de Lima durante una hora.
Por eso la ley que prohíbe fumar en lugares cerrados sean estos estatales o privados es sabia porque está protegiendo a los llamados fumadores pasivos es decir, los que teníamos que soportar estoicamente el detestable y dañino humo del cigarro ajeno. Dicho esto, la prohibición de la publicidad de cigarrillos en todos los medios, en mi opinión, está plenamente justificada.
Cuando alguien come una porción de papas fritas, hamburguesa, pollo frito o cualquier comida con alto contenido de grasas, solo se afecta la persona que la está consumiendo.
Si en un ambiente cerrado hubieran veinte personas comiendo docenas de grasosas hamburguesas, yo no me afectaría en lo más mínimo.
El estado ha dado la denominada ley de la comida chatarra. Este está pretendiendo regular la publicidad de dicha comida. Pero empaquetar en la definición de comida chatarra principalmente a los negocios de comida rápida y a los fabricantes de productos comestibles elaborados industrialmente solo porque ellos son los que invierten más en publicidad no me parece justo. Porque ¿ y qué pasa con los churros, los picarones, los chicharrones, las chanfainitas e incluso muchos de los platos que se preparan en los restaurantes más lujosos?. ¿Acaso estos no deberían estar incluidos en el mismo paquete? No los incluyen porque estos no invierten en publicidad directa.
Bajo los criterios y el supuesto espíritu de esta ley, la feria gastronómica Mistura la cual tiene importancia internacional y abundante publicidad, debería ser proscrita por el gobierno del presidente Humala, ya que en esta feria se ofrecen platos deliciosos, pero unos que otros muy dañinos si se comen en exceso. Sería ridículo prohibir Mistura ¿No?.
Es por eso que la ley de la comida chatarra me parece ridícula. Es nuestro derecho decidir que comemos nosotros y nuestros hijos. Es nuestra facultad hacerle caso o no a la publicidad de los medios.
Es mil veces mejor hacer campaña educativa intensa, que recurrir a regulaciones arbitrarias.