Cinco años ENCANTADA

Publicado el 14 mayo 2012 por Encantada

Según se iba acercando el quinto aniversario de mi blog, me ha dado por hacerme la pregunta de cuántos años puede vivir uno de estos inventos. Durante este tiempo he visto nacer, crecer y extinguirse muchas otras bitácoras; algunas han cambiado varias veces de emplazamiento; otras han restringido su lectura; muchas languidecen. Y yo, que también he pensando en cambiar, que he languidecido durante meses, me cuestiono si un blog tiene fecha de caducidad, y si la tiene, a qué se debe.
Se me ocurren dos respuestas. La primera es que los blogs suelen ser temáticos. Un blog de cocina, de pintura, de encaje de bolillos... tiene fecha de caducidad porque la pasión por un solo tema termina decayendo. No es que una deje de interesarse por él, pero sí deja de apetecerle escribir sobre él. Yo misma me he hartado por momentos de escribir como lesbiana, y he pensado en restringirme y ampliarme, aunque finalmente haya desechado la idea.
Otra respuesta tiene que ver con el número de entradas que se publican. Algunas blogueras a las que leo escriben a un ritmo frenético; lo cual, desde el punto de vista de sus lectoras, es estupendo: siempre tienes algo nuevo que leer y comentar, toda una delicia. Si no lo haces, además, pierdes adeptas, e incluso recibes broncas: yo he llegado a encontrarme en mi correo con algún que otro email en el que se me llamaba la atención por tener desatendidas a mis seguidoras.
Sin embargo, ¿es posible mantener ese ritmo? Por lo que he podido observar en los blogs que sigo, la respuesta es que no. Es posible mantenerlo durante un tiempo, pero la mayoría de las blogueras hiperactivas (lo digo desde la admiración) o bien se toman descansos, o bien reducen el drásticamente el número de entradas que publican pasado un tiempo. Supongo que el furor bloguero tiene su momento: cuando yo empecé a escribir mi primer blog, casi todo lo que me pasaba me parecía apto para escribir una entrada; con el tiempo, sin embargo, me cansé de convertir cualquier experiencia en carne para blog.
No obstante, del mismo modo que encuentro respuestas para explicar por qué algunos blogs tienen sus días contados, también se me ocurren algunas claves para su supervivencia: elegir un tema amplio, permitir colaboraciones o incluso escribirlo entre varias personas, publicar con una frecuencia moderada y, sobre todo, el apoyo de los lectores. Esto último me parece un aspecto de gran relevancia, que daría para escribir otra entrada más.
En cualquier caso, ¿es mejor un blog porque el mero hecho de durar más años? Yo creo que no. Hay blogs que dejaron de publicarse hace tiempo y que atesoran un valor difícil de superar (como el blog de Cultura lesbiana, un punto de partida y encuentro para muchas de las que seguimos escribiendo por aquí). Igual que un libro tiene principio y final, ¿por qué no lo iba a tener un blog?
Y hablando del final, ¿tienen los blogs un número de entradas o caracteres limitados? ¿Existe un espacio disponible para cada blog, que pudiera llegar a ser completamente ocupado? A esto sí que no sé responder; considerando mi ritmo de publicación, creo que tardaría en comprobarlo por mí misma, al menos, otros cinco años más.
Encantada.