La mala suerte no existe. Existe la suerte, sin más condicionantes. Yo, más que en la suerte, creo en las oportunidades. Pero realmente ¿qué es lo que hay que hacer para que ver y aprovechar las oportunidades?
Yo nunca realizaré una operación estética a Madonna. Es una de las cosas más improbables que pudieran pasarme. Para empezar no soy médico, ni me he especializado en estética, ni he pasado por los mejores maestros, ni me he movido con los mejores contactos. Es tan improbable la que se genere la oportunidad como que pueda aprovecharla.
En la línea de tiempo de la oportunidad hay dos tiempos claros, cuando se produce y cuando se puede aprovechar. La mayoría de la gente piensa que pueden aprovechar una oportunidad, pero no generarla. ¿Es posible influir en la generación de la oportunidad?
Para influir en la esa oportunidad puedes comenzar a mover hilos para que esa oportunidad se genere. En dos verbos SER/ESTAR. Tenemos que ser, como sujetos activos los que provoquemos esa oportunidad y tomarlo como una especie de escalada. Imagina que esa oportunidad es una pelota que está en lo alto de una escalera, los escalones intermedios son entonces los pequeños objetivos a cumplir hasta llegar a ella.
Por tanto para tener oportunidades y llegar hasta ellas:
- Tienes que convertirte en sujeto activo para estar en el momento adecuado, y ser la persona adecuada.
- Si estás pero no eres no podrás acceder a esa oportunidad, que será lo mismo que nada. Por lo tanto trabaja para convertirte en la persona adecuada para esa oportunidad.
- Confía en tu suerte, que como sujeto activo tú misma estás generando. Las oportunidades se generan en el momento en que te activas para que se generen, que trabajas por hacer cosas diferentes
- No mires, observa. Hay oportunidades que llegan sin perseguirlas. No desheches ninguna idea a priori, aprende a estudiar hasta las ideas más absurdas. Hay una técnica de creatividad llamada Brainstorming donde un montón de personas se ponen a dar soluciones absurdas a un problema. De esa absurdez generan ideas válidas. El problema es que no vemos oportunidades porque no tenemos suficiente afluencia de ideas, así que lee, escucha, habla e interactúa.
- No des nada por perdido. No hay mayor error que darlo todo por perdido al primer problema que se presenta. Da siempre una segunda oportunidad para replantear las cosas en otro sentido.
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