(Fifty shades of Grey)
de E. L. James
Trilogía Cincuenta sombras
1.- Cincuenta sombras de Grey
2.- Cincuenta sombras más oscuras
3.- Cincuenta sombras liberadas
Cuando la estudiante de Literatura Anastasia Steele recibe el encargo de entrevistar al exitoso y joven empresario Christian Grey, queda impresionada al encontrarse ante un hombre atractivo, seductor y también muy intimidante. La inexperta e inocente Ana intenta olvidarle, pero pronto comprende cuánto le desea. Cuando la pareja por fin inicia una apasionada relación, Ana se sorprende por las peculiares prácticas eróticas de Grey, al tiempo que descubre los límites de sus propios y más oscuros deseos..
Fiel a la temática de la novela, podría decirse que mi experiencia de lectura con este libro ha sido un ejercicio de masoquismo. No soy muy fan del género precisamente (aunque he leído libros de romántica adulta que me han gustado, todo hay que decirlo), y me olía por las críticas que el libro sería más bien malo. Pero uno es curioso por naturaleza, así que no tuve más remedio que catar esta novela que tanto se habla.
Los personajes son a cual más absurdo. Anastasia Steele es, fiel a la Bella Swan en la que se basa y cuya estupidez logra superar, sencillamente insufrible. Es el personaje más exasperante y odioso que he leído en la vida, y eso es decir mucho. Lo de Christian Grey, sin embargo, es curioso. Reconozco que en buena parte de la novela se me hacía casi tan insufrible como ella, pero en el resto me resultaba muy intrigante y hasta misterioso. Esas “cincuenta sombras”* a las que alude el título consiguieron mantener mi interés hasta el final, lo reconozco.
Esto no significa que el libro no tenga sus cosas buenas. Ya he dicho que el señor Grey me ha gustado la mitad del tiempo, pero hay que reconocer que Anastasia también tenía sus momentos: los e-mails que se enviaban eran simplemente geniales, lo mejor del libro con diferencia. Además, hay que reconocerle a la autora que, aunque el primer cuarto del libro es más bien soporífico y el resto un poco aburrido, sabe cómo enganchar al lector y conseguir que desee llegar hasta el final. Lástima que ese final sea tan absurdo como decepcionante: se ve que la autora quería dar un giro de 180 grados a la historia (para que el lector comprara los siguientes libros, claro), pero para mi gusto le ha salido el tiro por la culata.
Hablando de esto, tengo que comentar que he visto a mucha gente indignándose porque califiquen a este libro de porno, y, sinceramente, no entiendo por qué. La verdad es que a mí me hace mucha gracia la doble moral de algunas personas: vamos por ahí diciendo que el porno es una guarrada pero luego si lo leemos en lugar de verlo nos ofende que LO llamen porno. Tanto este libro como una peli porno contienen las mismas prácticas, así que no veo el motivo de tanta queja. Nadie insulta al libro llamándolo porno (ni hace falta, el libro ya se insulta a sí mismo), solo llamamos las cosas por su nombre: si tuviera argumento diría que es romántica adulta o erótica, pero no es así. Si adaptaran este libro a una película, como se rumorea desde hace tiempo, el resultado sería una peli porno, le duela a quien le duela.
En definitiva, Cincuenta sombras de Grey no está a la altura ni de lejos del fenómeno que nos han querido vender y, aunque puedo entender que guste, su éxito de ventas es una clara muestra de lo efectivos que pueden llegar a resultar el marketing y el morbo.
Historia:
Estilo:
Ritmo:
Opinión:
Lo mejor: Los e-mails. Lo peor: Los agujeros que debe tener Anastasia en los labios de tanto mordérselos, las repetitivas alusiones a su diosa interior, y que un libro como este haya cosechado tanto éxito cuando otros mucho mejores se quedan en el cajón.
*Me gustaría saber quién fue el listo que decidió ponerle ese título tan absurdo a la versión en español del libro.