Ante el tedio de las iteraciones políticas debidas a los intereses espurios de gran parte de nuestros representantes, recurriré hoy, ahora, a una de las caras de la creatividad del ser humano.
-¡Blanca!
-¡Olvídame!
Acabaré olvidándote, sí.
-¡Irina!
-¡Posando para Teo!
¿Posando? Caray con el estudiante de Bellas Artes, mucho está aprendiendo ése conmigo, cómo conseguiría... A ver si sabe más que yo, a ver si soy yo el lerdo...
-¡¿Desnuda?!
-¡No, señor José, pero todo llegará! ¡Para ahí le mando a Rogelio, que aquí, con nosotros, estorba, y mucho!
Ya mete ruido el ciego, sí.
-Presente, jefe.
-Pon cine, por favor.
-¿Qué película en concreto?
-Con tal de que sea excelente...
-África, pobre África, Rogelio.
-Veo por aquí...
-Qué ves, ahora que ves.
-A Lawrence de Arabia.
-Oriente Medio, los beduinos, más guerra... Afirman los expertos que el filme está plagado de incorrecciones históricas.
-¿Importa eso, jefe?
-Buscar la verdad en el pasado es como buscarla en el futuro, mi querido Rogelio.
-Qué frase, amo. ¿Puedo saber a quién has plagiado en esta ocasión?
-Pues... No me acuerdo, ciego. ¿Tenemos Tomates verdes fritos?
-¿Se lo pregunto a Blanca?
-Qué Blanca, no recuerdo a ninguna Blanca.
-¿No recuerdas a la que tan bien nos ceba? ¿No recuerdas a tu secretaria primera?
-Pues no, ya ves.
-Ya veo, ya.
-Ahora que ves, busca a ¡ Towanda!