Según estiman algunos y algunas, poco tenemos las personas de racionales, pero, en todo caso, es evidente que el resto de animales, los denominados irracionales aunque sus sociedades nada tengan que envidiar a las nuestras, no cantan ni tocan la guitarra como más abajo se puede oír y ver; una delicia que hallé en un blog amigo, en el interesante Ultimate Wanker Press que apareció ante mí al navegar nuevamente sin rumbo fijo (la verdad es que ya no me importa saber dónde están los puntos cardinales verdaderos, perdido pero libre al guiarme por mi propia rosa de los vientos en estas singladuras electrónicas permitidas por lo que solemos llamar progreso, que siempre debería ir acompañado por el adjetivo relativo).