Cineastas llorones

Me caía bien el señor Alex de la Iglesia, actual presidente de la academia española de cine y director de algunas películas con cierto interés freak, como El Día de la bestia y Acción Mutante, y otros engendros como Plutón Verbenero, razonablemente vomitables.
Acabo de leer la transcripción publicada en el diario El País, de un debate en el que participó el señor De la Iglesia, con motivo del lío montado por la babosada de ley que intenta proteger el derecho de unos pocos a vivir del cuento. No ha parado de repetir "la industria se está yendo al carajo", "La situación es insostenible", "La industria está en una situación terrible".
A ver, señor De la Iglesia. La industria se va al carajo, como usted dice, porque el 90% del cine español es una cagada insufrible. Porque los directores españoles repiten el mismo melodrama hasta la saciedad, se hacen pajas mentales contemplando su creación, pregonan a los cuatro vientos que es que ellos hacen cine de autor, y van corriendo a por la subvención.
La gente está hartita de ver vuestras babosadas repetidas una y otra vez, o es que no os dais cuenta? La gente paga un dinero por ir al cine a entretenerse, no a ver el melodrama de una familia rota por la guerra civil, donde la hija se ha tenido que hacer puta y encuentra a su padre perdido después de años.
¿A qué la gente si ha ido al cine a ver AirBag, Torrente, El Día de la Bestia y similares? ¿A que se pueden hacer películas muy entretenidas y de muchísima calidad como Amanece que no es Poco o Así en la Tierra Como en el Cielo? Coño, claro, lo que pasa es que hay que pensar, trabajar y ser un buen creador.
Señores cineastas españoles, dejad de lloriquear como niños pequeños, apretaos los machos y poneos a trabajar en serio, coño. Haced cine de calidad y llegará el apoyo, el dinero y los espectadores. Dejad ya de mamar de la teta subvencionada e intentad darle a la gente lo que quiere ver.