Circunstancias previas. Técnicas de actores útiles para todos

La importancia de observar como nos afectan las circunstancias previas

Las circunstancias previas, el juego que causa el presente y nos da la posibilidad de cambiar el futuro.  El juego que explica nuestro presente.  Sin ellas hay pocas cosas que contar y menos retos que afrontar. Sin ellas elaboraremos acciones para conseguir objetivos muertas de envidia por no conseguir resultados. No podremos crear relaciones óptimas y no existiríamos, sin más, porque no tendríamos historia que contar.
El arte de trabajar con ellas requiere del esfuerzo para no olvidar. Crear con ellas historias atrayentes oculta secretos de un valor apreciable y nada desdeñable. Ningún actor sale a escena sin llevarlas colgadas de vestuarios, arrugas pintadas en la cara, cicatrices internas ocultas del personaje que aparecen visibles ahora en esta nota de color, ahora en aquel sabor. Los actores saben que quitando gramos y poniendo gramos en otra parte causan afectos o enemigos varios y lo usan a conciencia para dibujar las líneas que seguirá el personaje a través de la historia que el equipo ha decido contar. Un pequeño fallo en las mediciones y todo se va a traste, descubrir el fallo, es una labor constante que pone a prueba la paciencia de los amigos que asisten a los ensayos y que saturan de preguntas al público que queda esperando a que salgas del teatro para hablar contigo.
Del trabajo a conciencia sobre circunstancias previas he sacado una cualidad espléndida, puedo contar la historia mía o de alguien, ahora generando odios, ahora generando simpatías y he descubierto que las dos son verdad. También aprendí a ser catalizador de odios cuando viene al caso y de amores cuando conviene y conviene siempre, aunque te odien, si tu objetivo es el de inspirar a que incie acción, a quien se ponga por delante.  los artistas sabemos de eso un rato y no nos da miedo esta circunstancia, cosas del entrenamiento sistemático para convertir conflictos en conflictos creativos. Amamos el conflicto, sin él no hay vida pero este es otro tema.
Hay una salvedad con ellas, no funcionan como las demás herramientas de interpretación. Que no os engañen en un laboratorio cualquiera. Funcionan, pero como los pinceles y oleos de un pintor, con ellas dibujas historias, las transformas en objetivos y acciones pero no movilizan el presente. De las circunstancias previas sacas la muestra de donde vienes para que todos sepan, con ellas miras el futuro y lo dejas en suspenso hasta encontrar, el objetivo, pero no te llevaran paseando hasta las puertas del futuro aunque el futuro sea tan inmediato como tirar un vaso de agua a la cabeza de tu partener, ahora mismo, saliendo del baño.  Es una herramienta que te ayuda a crear con armas de autor y director y que te ayudarán a tener control sobre el estilo, la gracia, el buen gusto al elegir las acciones, pero no las confundas con la acción porque dejan a esta inerte, así como muerta.
Hablando con los que juegan a diseñar experiencias, historias atrayentes o aventuras maravillosas y con los que necesitan transmitir mensajes, ellas, las circunstancias previas, os darán las claves adecuadas para no subir a la luna cuando el personaje o marca que construis, aún no se le conocen habilidades para saltar más allá de la comba porque ¿quien os iba a creer?
A nivel personal, he llegado a una conclusión con ellas: Recuerdalas, pero recuerda hasta el más mínimo detalle, míralas, obsérvalas y decide si te gustaría verlas de nuevo en tu futuro. Si no es así, haz algo nuevo, distinto a todo lo que has hecho y las eliminarás completamente. Si te gusta lo que ves pues te las quedas. Son muy fáciles para moldear con ellas futuros sino pierdes el tiempo en mirarlas todo el rato en tu presente. Ir un momento para transformarlas en retos, es la única forma de que sean útiles de veras.