Si vas a venir por mí, que me encuentres durmiendo. Que prefiero no saber cuándo llegas. Por favor, no mandes un mensaje ni un recordatorio. Sencillamente llega y que no alcance a verte.
No quiero que seas de esas visitas planeadas. No quiero limpiar la casa varios días antes, obsesionarme con el polvo, dejarlo todo listo para cuando llegues. No. Quiero dejar la cama sin hacer y los platos sin fregar. Total, poco me importará después. Eso sí, por favor, ven cuando esté durmiendo.
No me malinterpretes. No tengo prisa en conocernos. A diferencia de otras citas que he tenido, sé que cuando te plazca tú sí que vendrás. No me vas a dar plantón. No será el orgullo lo que dañes. No lo será, a menos que avises antes.