—Y ahora, ¿cuál es el camino correcto?—se preguntó Dorothy.
—¡Aquel me parece un buen camino!—dijo un espantapájaros que cuidaba el maizal, mientras señalaba el camino de la derecha.
—¿Quién habló?
—Aunque este otro también me parece bien—volvió a hablar el espantapájaros, señalando ahora el camino de la izquierda.
—¿Hablaste tú?—preguntó Dorothy y el espantapájaros movió la cabeza afirmativamente.
—Dime, ¿cuál es el camino? ¿No puedes decidirte?
—No. No tengo cerebro.
—Y entonces, ¿cómo puedes hablar?
—No sé. Pero mucha gente sin cerebro habla mucho ¿cierto?
—Tienes razón.
-El Mago de Oz.