Joaqui está "confundido", respecto de la existencia de Papá Noel...
De a ratos dice: Mamá, no es cierto que Papá Noel no existe? Le pregunto que es lo que el piensa, y después de un largo discurso (que solo el entiende, porque mezcla las cosas más variadas) me mira serio y me dice: Viste mamá, te dije que Papá Noel SÍ existe!!
Recién tiene 5 años, me encantaría que conserve la ilusión de Papá Noel más tiempo, pero tampoco quiero mentirle.
Esta carta, que ya tiene más de un siglo, me pareció genial, porque permite idear una forma de explicar a los chicos esta tradición tan hermosa, sin mentir sobre la existencia o no de Papá Noel.
En 1897, una niña de ocho años llamada Virginia escribió una carta al director del diario neoyorkino The Sun. El periódico se apresuró a publicar una respuesta, que firmaría el reportero veterano Francis Pharcellus. La carta de Virginia y la respuesta del periódico se han convertido en la pieza periodística más reproducida y citada de la Historia.
«Para nosotros es un placer responder de inmediato la comunicación de más abajo, expresando al mismo tiempo nuestra inmensa satisfacción por el hecho de que su fiel autora se cuente entre los amigos de The Sun:
Querido director:
Tengo ocho años.
Algunos de mis amigos dicen que Papa Noel no existe.
Papá dice: "Si lo ves en The Sun, existe".
Por favor, díganme la verdad. ¿Existe Papa Noel?
Virginia O'Hanlon
115 West 95th Street.
VIRGINIA, tus amiguitos están equivocados. A ellos les ha afectado el escepticismo de una era escéptica. No creen salvo en lo que ven. Piensan que algo no es posible si sus pequeñas mentes no son capaces de entenderlo. Todas las mentes, Virginia, sean de hombres o niños, son pequeñas. En este gran universo nuestro, el hombre es un mero insecto, una hormiga, en su intelecto, si lo comparamos con el mundo sin fronteras que le rodea, si lo medimos según la inteligencia capaz de aprehender toda la verdad y todo el conocimiento.
Sí, VIRGINIA, existe Papa Noel. Ciertamente él existe igual que existen el amor, la generosidad y la devoción, y sabes que éstos abundan, dando a tu vida las mayores bellezas y alegrías. ¡Ay! ¡Cuán aburrido sería el mundo si no existiese Papa Noel! Sería igual de aburrido como si no existiesen VIRGINIAS. No habría fe infantil, ni, por tanto, poesía, ni romance para hacer tolerable esta existencia. No tendríamos placeres, excepto los de los sentidos y la vista. La luz eterna con la que la infancia llena el mundo se extinguiría.
¡No creer en Papa Noel! ¡Entonces tampoco deberías creen en hadas! Podrías pedir a tu papá que contratase hombres para vigilar todas las chimeneas la noche de Navidad para atrapar a Papa Noel, pero incluso si no viesen a Papa Noel descender por alguna, ¿qué demostraría eso? Nadie ve a Papa Noel, pero eso no prueba que no exista Papa Noel. Las cosas más reales en el mundo son aquellas que no pueden ver ni niños ni hombres. ¿Has visto alguna vez hadas bailando sobre el césped? Por supuesto que no, pero no hay ninguna prueba de que ellas no estén allí. Nadie es capaz de concebir ni de imaginar todas las maravillas que permanecen ocultas ni las que permanecerán para siempre en el mundo.
Rompes el sonajero de un bebé y ves lo que produce el ruido dentro, pero hay un velo que cubre el mundo oculto que ni el hombre más fuerte, ni incluso la fuerza unida de todos los hombres más fuertes de todos los tiempos, podrían romperlo. Sólo la fe, la poesía, el amor, el romance, pueden descorrer esa cortina y ver y contemplar la belleza sobrenatural que se oculta detrás. ¿Es todo real? Ah, VIRGINIA, en todo este mundo no hay nada real y perdurable. ¡Ningún Papa Noel! ¡A Dios Gracias! Él vive, y vive para siempre. Mil años a partir de ahora, no, diez veces diez mil años a partir de ahora, él continuará alegrando los corazones de la infancia.»