Revista Talentos

Clases de interpretación o coach de actores, ¿qué es mejor?

Publicado el 16 septiembre 2020 por Premiere Actors @PremiereActors

Adriana Marchiori_Estremeco via Flickr

A la hora de formarnos como actores, existen muchísimas opciones a nuestra disposición: clases, talleres, workshops, entrenamiento personalizado con un coach…

Muchos actores no comprenden la diferencia y, o bien se dejan el dinero en lo primero que oyen o que alguien les recomienda, sin saber si es la opción más adecuada, o bien se preguntan: “¿Realmente importa si me formo de una manera u otra?”

Con información, todos tomamos mejores decisiones, así que hoy, en Premiere Actors, te explicamos las ventajas y los inconvenientes de ambos: clases individuales con un coach y clases grupales en una escuela. De ese modo, nos aseguraremos de que tomas tu decisión más acertada.

En rasgos generales…

Sin duda alguna, cada escuela tiene su propio método y se especializa en una u otra modalidad como, por ejemplo, cámara (cine/TV) o teatro, por lo que es difícil generalizar. Pero, por lo general, las escuelas enseñan las diferentes técnicas y habilidades que un actor necesita para desarrollar su profesión. En las clases sueles aprender a analizar un guión o libreto, hacer una búsqueda de tu personaje y a mejorar tu acting a través del ensayo, la observación y la repetición.

Por otra parte, los coaches normalmente entrenan a los actores que tienen ya una base. Es decir, suelen contratarse para un trabajo determinado o una situación concreta. Un coach no es exactamente un profesor; es más bien un guía. Analiza los puntos fuertes del actor y los potencia, elimina sus carencias y le va guiando en la dirección que va necesitando. (Te lo contamos mejor en «Coaching para actores, qué es y en qué me puede ayudar«).

Piensa en un tenista profesional: lo más seguro es que primero aprenda a jugar al tenis en clases grupales; después irá mejorando la técnica y le irán colocando en grupos más avanzados, posiblemente menos numerosos; y en el momento en el que pueda dar el salto a tenista profesional, lo más seguro es que cuente con un entrenador personal, que analizará su forma de juego, perfeccionará sus pequeños fallos y guiará al tenista para que pueda sacar todo su potencial.

Lo bueno de las clases de interpretación

  • Para ser bueno en nuestro oficio, necesitamos muchas horas de práctica, y eso solo se aprende haciendo. La gran ventaja de las clases es que son más económicas, y son por eso la mejor opción, tanto para empezar a formarte como para especializarte en lo que vayas necesitando.
  • A medida que va pasando el tiempo y echando horas y horas, empezarás a adquirir hábitos y a cambiar tu mentalidad sin darte cuenta: ya no quieres ser actor, sino que te sientes actor, y tus acciones comenzarán a encaminarse para cumplir tus primeros objetivos.
  • En las clases también aprendes de tus compañeros: cualquier feedback que les dé a ellos vuestro profesor, te lo puedes aplicar a ti también. Y, además, viendo como lo hacen los demás, con una visión distinta a cuando lo haces tú, también aprenderás mucho.
  • Además de aprender DE los compañeros, se aprende CON ellos. Si os lleváis bien y formáis una piña, podéis moveros y hacer contactos juntos, asistir a espectáculos o eventos culturales, ensayar y grabaros, avisaros si os enteráis de algún casting u oportunidad laboral, etc.
  • El hecho de pertenecer a un grupo hace que te sientas más comprendido, especialmente si no cuentas con mucho apoyo a tu alrededor, de tu familia o amigos. Tus compañeros te entienden y entre vosotros os animáis cuando alguno está de bajón. Son tus perfectos compañeros de viaje.

Lo bueno de un coach individual

  • Aunque su entrenamiento puede no ser asequible para todos los bolsillos, el progreso es más rápido y directo, al tratarse de un entrenamiento personalizado.
  • La comunicación también es más fluida. Interrumpir a un tutor en medio la clase no siempre es posible, mientras a tu coach puedes preguntarle lo que necesites en cualquier momento.
  • El feedback que recibes es mucho más detallado, mientras que en las clases suele ser más breve porque hay que pasar a otro alumno.
  • Esto mismo se puede aplicar a los bloqueos personales. En clase, cada alumno tiene los suyos propios, y al ser una enseñanza más general, no pueden dedicarte tanto tiempo a ti ni hacerte un seguimiento tan personalizado como un coach.
  • Si te surge una prueba de casting o audición, el coach se puede adaptar rápidamente y podéis preparar juntos ese material.

¿Entonces?

A la hora de la verdad, a un director de casting o un representante no le va a importar que te hayas formado de una u otra manera, que tengas títulos públicos o privados… Lo que quieren es que seas excelente en tu trabajo, y eso se consigue con formación, por un lado, y con experiencia, por otro. Lo que importa es tu desempeño, y no tanto cómo lo has hecho para conseguir ese resultado.

Nuestra recomendación general es que empieces apuntándote a una escuela que te enseñe lo que necesitas y se adapte a ti, tanto en temario, como en horarios, presupuesto, objetivos artísticos… y luego, a medida que te conozcas mejor y vayas entendiendo cómo funciona nuestro sector, irás viendo cómo va evolucionando tu carrera y qué pasos dar a partir de ahí.

Sin embargo, muchos aspirantes a actores que quieren asistir a clases grupales no tienen esa posibilidad, por el lugar tan remoto en el que viven (no tienen escuelas cerca), y sus primeras toma de contacto con la interpretación son a través de entrenamientos privados online. En muchas otras ocasiones los grupos de las escuelas son tan reducidos que los alumnos disfrutan de ellas casi como si tuvieran su propio coach.

Como ves, tanto al hablar de escuelas como al hablar de coaches, es muy difícil generalizar, porque la oferta es muy amplia. Todo depende del entrenador, de la escuela, de tu nivel, de tus gustos, de tus necesidades y de tu situación personal.

Lo que funciona a uno no le funciona a otro. ¡Cada persona es un mundo!

Para acertar en nuestras decisiones, lo mejor es tomarlas con toda la información que nos sea posible, y también aplicando nuestro sentido común. Muchos actores esperan aprender en un par de sesiones con un coach todo lo que se necesita para ser actor, y eso jamás será posible, porque para ser un buen actor se requiere muuuuucha práctica.

La práctica hace al maestro, de modo que, recuerda, tú también debes practicar mucho por tu cuenta, asistas a clases o tengas coach.

Y, como última recomendación, tanto los cursos como los coaches pueden ser unos auténticos devoradores de dinero si no se adaptan a lo que necesitas. Así pues, si sientes que no estás sacando partido o no encuentras buena conexión, ¡cambia de inmediato!

¿Quieres contarnos tu situación para que te asesoremos sobre lo que mejor te conviene? A través de nuestra Orientación Artística resolveremos todas tus dudas y te diremos paso por paso qué camino puedes tomar.


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