Todos los locales son parecidos, con decoración de estilo antiguo y con una zona de barra donde los vecinos de esos barrios suelen ir a tomar el vermú. Enseguida se especializaron en platos clásicos como el rabo de toro, los callos, caracoles y, por supuesto, cocido madrileño.
Lo preparan y sirven en puchero de barro, algo que siempre gusta. Lo hacen en dos vuelcos. El primero con la sopa y un platito con guindilla; una buena y suculenta sopa, consistente y que prometia de verdad.
Para el segundo vuelco te traen un plato con el acompañamiento, un poco pobre y algo frio: zanahoria, patata, morcilla y repollo.
En este plato hacen el vuelco de los garbanzos y las carnes. Chorizo bastante rico, tocino que tampoco desmerecía y morcillo que ni fu ni fa. Los garbanzos fueron algo peor de lo que prometía la sopa, grandes y secos no tenían apenas sabor. Dejamos la mitad del plato.
El precio del cocido es de 16 euros por persona. No está mal de precio pero solo compensa si te pilla por allí, no merece la pena desplazarse solo por él aunque otros de los platos, como el rabo de toro, estaban muy buenos y lo puedes pedir en un menú especial por 25 euros.
Pronto acabará el invierno. Ya tenemos ganas. La pena será tener que dejar de degustar este manjar. Ya llevamos 7 locales y, aunque nos faltan clásicos como Malacatin o Casa Carola, de los probados, el mejor de momento ha sido el de La Daniela.
Cocidito Madrileño VI: Taberna Oliveros
Cocidito Madrileño V: Lhardy
Cocidito Madrileño IV: Casa Domingo Nieva
Cocidito Madrileño III: Gambrinus Arganzuela
Cocidito Madrileño II: Taberna de la Bola
Cocidito Madrileño I: Taberna la Daniela
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Puzzle De Bloques
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