Sabemos, las y los aficionados a la cocina, que las croquetas son una magnífica manera de aprovechar restos, que dentro de una empanada podemos meter "casi" de todo y que la pasta gusta a grandes y pequeños..
Si encima de esto, acompañamos la pasta con unas albóndigas enriquecidas con queso, les estaremos dando a los nuestros un plato rico y nutritivo además de muy fácil de preparar.
Cualquier tipo de queso sirve para esta receta, pero yo como estoy en mi etapa #menorquina, le estoy poniendo queso Mahón a todo lo que se mueve!
Como toque final, la presentación en cazuelitas de barro individuales, convertirá un plato de diario en uno de ocasión especial...rústico, pero no por ello menos apetecible.
ALBÓNDIGAS DE QUESO CON PASTA
Ingr. para 4 personas
400 grs. de carne picada 350 grs. de pasta corta1/2 litro de salsa de tomate casera1/2 litro de salsa bechamel espesa1 huevo entero2 rebanadas de pan de molde mojada en leche y escurrida2 cucharadas soperas de queso Mahón-Menorca curado rallado finoperejil, ajo y salHarina Aceite de oliva virgen4 cucharadas soperas de queso Mahón-Menorca (2 de semicurado artesano y 2 de curado )
Antes de nada, ponemos en un bol la carne, el ajo picado, una cucharadita de sal, el huevo, el pan bien escurrido de la leche, el perejil y el queso curado rallado fino.
Mezclamos bien el compuesto y dejamos reposar una media hora. De esta manera se impregnan mejor los sabores.
Con las manos enharinadas, vamos dándo forma a las albóndigas y las rebozamos en harina.
Una vez tengamos todas las albóndigas formadas, las freímos en abundante aceite caliente y reservamos.
Colamos el aceite y nos servirá para preparar la salsa de tomate. Tenéis la receta en este enlace: Salsa de Tomate casero.
Así mismo, preparamos la bechamel espesa, según expliqué en esta receta: Salsa Bechamel
En una olla con abundante agua salada, ponemos a cocer la pasta. El tiempo vendrá determinado por cada fabricante. Escurrimos y reservamos.
Ya tenemos todos los ingredientes a punto, ahora sólo falta montar las cazuelitas.
En el fondo de cada una, repartimos la salsa de tomate. Sobre la salsa ponemos la pasta cocida.
Y sobre ésta, colocamos las albóndigas. Como me salieron 20, puse 5 en cada cazuela.
Cubrí con la salsa bechamel hasta terminar toda.
Y finalmente repartí las cuatro cucharadas de queso rallado grueso por encima.
Encendemos el horno a 190ºC y metemos las cazuelitas dentro. Estarán listas cuando el queso empiece a burbujear y adquiera un color dorado.
Notas:
Las cazuelas de barro guardan mucho calor, así que podéis hacerlas con media hora de antelación. Se mantendrán calientes en el horno y llegarán a la mesa con la temperatura justa para no quemarse la lengua.
Al añadir queso a la carne picada, queda doblemente jugosa.
Si no disponéis de cazuelitas pequeñas, presentad el plato en una grande, quedará igual de apetecible.
Texto y fotografías: Pilar Martínez
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