24 de diciembre de 2015
Pasan
hacia donde termina el día,
con su retraso, sus luces turbias,
sus canciones de ayer, su calor…
Enfermos
de polvo y prepotencia van
hacia donde empieza la noche.
Volverán más tarde
a los suburbios
con el alma
ya vacía de palabras,
frustraciones, esperas.
Y del alba, sin memoria
regresarán para oír y olvidar
palabras, frustraciones,
esperas.
Igual que mi reflejo
que en la ventanilla
ase y olvida
este paisaje
sin nadie.