Collioure, eterna siempre

Collioure es un delicioso pueblo costero en el sur de Francia. Cuando se llega a esté lugar nos da la impresión de entrar en un universo aparte, el ambiente acaricia el alma con suave delicadeza. Un Cristo crucificado nos recibe antes de llegar al centro del pueblo en el que el bullicio se mezcla con los olores tan distintos como los que emanan del mar y de la comida típica que nos recuerda los restaurantes que florecen a cada paso.

Los Pirineos Orientales rodean el pueblo y los ojos del visitante se quedan pegados a tanta belleza. La iglesia Notre Dame des Anges domina el mar y la tierra por lo que se ha convertido en el simbolo de Collioure. Una estampa maravillosa se abre en el horizonte gracias a esta iglesia.

Frente al azur de las tranquilas aguas del Mediterráneo, sobre un arrecife, se levanta una antigua iglesia abandonada, muy cerca de un Cristo en su cruz. La linea del horizonte señala que nos hallamos en tierras sin igual.

Visitar Collioure es revivir la Historia puesto que aquì reposa el poeta español Antonio Machado. En el pequeño cementerio, cubierto por el polvo del país francés duerme su sueño eterno, siempre vigilado por los turistas y admiradores que acuden para ofrecerle una oraciòn, una conversación y hasta cartas que depositan en un buzón y que son conservadas preciosamente por las autoridades competentes.

Collioure, al que se regresa con amor.

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