Collioure, la eternidad del poeta

 El cantante español Joan Manuel Serrat lanza en todos los escenarios del mundo su famoso tema  » Cantares» dedicado al poeta Antonio Machado

» Murió el poeta lejos de su hogar,

lo cubre el polvo de un país vecino…»

Estrofa de la famosa canción que tanto fascina: el polvo de ese país vecino no es otro que el de Francia y allí se encuentra Collioure, un pequeño pueblo costero que se sitúa en la parte sur. Collioure acogió al poeta en su huida al exilio. Un lugar en el que pasado y presente se mezclan con maestría, lo que permite que el visitante sienta que algo mágico se pasea en el ambiente. Todo el que va a Collioure dice que no lo puede olvidar.

La carretera que conduce hasta este maravilloso lugar tiene las montañas por un lado y el mar Mediterráneo en frente. Fascinante extensión que se pierde majestuosamente hasta unirse con el cielo, en el horizonte. Las gaviotas surcan el paisaje mostrando a los presentes que ellas también, forman parte de espectáculo.

Cuando se llega a Collioure un enorme Cristo crucificado recibe a los visitantes, una obra de un talento sin igual. El pueblo conserva detalles de épocas pasadas: la iglesia, la Fortaleza Saint Elme, el Castillo de los Reyes de Majorca…todo se une con el modernismo de manera sutil, sin que nada se altere indebidamente.

No muy lejos de la playa, al final de una estrecha callecita se sitúa el diminuto cementerio. La paz se respira desde antes de llegar. El corazón del turista comienza a latir con más fuerza mientras toma la cámara fotográfica para no olvidarla. El visitante sabe que entrará en un lugar en el que la Historia se dio cita un día. Se llega a la puerta del cementerio y en seguida se divisa una tumba en la que flores y una bandera española reciben a todos con orgullo: es la tumba del poeta español Antonio Machado. Siempre se encuentra rodeada por muchas personas: chinos, américanos , italianos y…españoles. La gente toma fotos, otros escriben algo en un papel que luego depositan en un buzón puesto allí para tal efecto, hay quien reza desde la discreción. Una bandera española cubre la tumba, como queriendo recordad al mundo que, Machado es su hijo y España lo protege.

El cementerio es pequeñito, hay pocas tumbas y muchos árboles que ofrecen sombra todo el tiempo. Los pájaros cantan y los visitantes resienten una fuerza espiritual distinta. El recogimiento se impone muy naturalmente ante la tumba del maestro.

Al caer la Segunda República española Machado huyó a Francia junto a su madre Leonor y sus dos hermanos, Joaquín y José. El grupo atravesó las montañas que separan ambos países y que no son otra que los Pirineos Orientales, una cordillera montañosa que actúa como frontera. La madre de Machado venía enferma y muy cansada por lo que sus hijos la traían en andas todo el camino. Un trayecto desesperado y trágico. En Collioure no estuvo mucho el poeta, murió poco después de haber llegado, fue el 22 de febrero de 1939. Tres días después moría su madre.

Antonio Machado forma parte del arte que envuelve a Collioure. Henri Matisse, pintor del siglo XX, pasó por ese pueblecito costero y dijo: » No hay en Francia un cielo tan azul como el de Collioure». Pablo Picasso y otros muchos se enamoraron del lugar.

Collioure se encuentra a 20k de la frontera española. Pasó definitivamente a la monarquía francesa en el siglo XVII. El rey Sol Luis XIV ordenó la renovación del castillo medieval, convirtiéndolo así, en el fuerte que preside el centro del pueblo. El buen vino, las anchoas y el hablar constantes de turistas y habitantes convierten a Collioure en algo único. Le llaman cariñosamente » la ciudad de los pintores» y queda en el corazón de todos