Ese corazón tuyo, solidario y temerario
capaz de cobijarse en miles de sentidos
tráetelo a mi lado un rato largo
deja que lo cubra de besos sin tregua
de poemas anidados a la orilla los sueños.
Tráelo envuelto en papeles de regalo
ya te quitaré los lazos que te sobran
a dentelladas inciertas si hace falta
colándome dulce por donde sea que pueda.
Porque tengo tantas ganas
de quererte tanto y tanto
que ya me estoy fundiendo sobre ti
como un manto de piel templada.
Vente ya, dame tus labios
que te esperan mis manos y te añora mi abrazo.